Aunque los restauranteros deben cumplir con la restricción de horarios que se impusieron en el nuevo decreto, hay negocios que durante toda la pandemia no han cumplido, como las taquerías que sigue cerrando hasta las tres o cuatro de la mañana.
En Reynosa son más de 100 restaurantes, de los cuales 50 afiliados a la CANIRAC son afectados por los horarios porque ahora deben cerrar a las 21:30 horas.
Pero mientras los restaurantes cierran temprano, los que si se quedan abiertos, sin visitas de COEPRIS, ni vigilancia, son las taquerías y puestos de comida en la calle, los que no cierran son los que no pagan impuestos y que han trabajado sin problema en toda la pandemia.
“El imponer a los restaurantes que cumplen con protocolos abren la puerta para el que no está cumpliendo, para el que no tiene protocolos, van a brindar servicios de manera que no va a cumplir con lo más mínimo y basta con darse una vuelta en el bulevar Hidalgo para que vean los negocios que no están cumpliendo”, dijo Bladimir Cortez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restauranteros y Alimentos Condimentados en Reynosa.
Los empresarios señalan que han invertido en equipo de salud para los trabajadores, en exámenes médicos de los trabajadores, con cubrebocas y caretas que cambian cada tres horas, mientras que hay negocios que ni siquiera usan lo más elemental de medidas sanitarias.
Hay taquerías en toda la ciudad, en la colonia La Cañada, avenida del Maestro, la calle 20 y sobre todo en la periferia de la ciudad, que no son vigiladas y que tampoco tienen regulación, ni visitas de las autoridades, que cierran a la hora que desean, sin restricciones, las que han trabajado toda la pandemia sin problemas.