Austin, Tx.
Cuando una iglesia de Austin le dijo a William que no podía quedarse allí con sus dos perros durante la tormenta de hielo del año pasado, él y su esposa decidieron desafiar las temperaturas bajo cero en su tienda de campaña debajo de un puente.
Usaron dos estufas para mantenerse calientes y racionaron productos enlatados para las comidas, señala una nota firmada por Sneha Dey, en The Texas Tribune.
Este año fue diferente. William, un residente de Austin de 45 años que se encuentra sin hogar y pidió permanecer en el anonimato por razones de privacidad, consiguió refugio antes de la tormenta de invierno la semana pasada.
Pero muchos otros se quedaron afuera y, a pesar de las promesas hechas después de la devastación del año pasado, William dijo que los esfuerzos de ayuda nuevamente se quedaron cortos.