SEÑORES. Representación del señor y señora de la muerte, Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.En la actualidad, entre los días del 31 de octubre y 2 de noviembre, en la región fronteriza donde se encuentra Reynosa, existen dos celebraciones en proceso de hibridación: una asociada con espantos y espíritus malignos que se originaron hace un centenario de años en los campos de cosecha de la cultura celta de la Europa occidental y otra apegada a tradiciones milenarias cristianas, paganas europeas y principalmente a tradiciones prehispánicas del Continente de América.Esta última da origen a las ceremonias de noviembre. El “Día de Muertos” es el ejemplo claro de la realidad del mundo surrealista mexicano ya que en esos días se ofrece la oportunidad en la idiosincrasia mexicana para convivir con los miembros de la familia ya fallecidos. A principios del siglo XX Arnold Van Gennep en su libro Les rites de passage (Ritos de paso) describió la función universal de la variación de ceremonias que existen en todas las culturas del mundo relacionadas con el nacimiento, pubertad, matrimonio y muerte de los seres humanos. Este etnógrafo alemán advirtió por primera vez de la importancia antropológica de los rituales relacionados con las diferentes etapas de la vida humana, incluyendo su regularidad y significado. En las ceremonias funerarias existen ritos de separación, transición e incorporación. Los primeros se relacionan con el proceso de separación del difunto del grupo de los vivos, los segundos están relacionados con el tiempo y el proceso que le toma al fallecido en llegar a su morada final, mientras que los terceros se relacionan con la incorporación de éste al mundo de los muertos, siendo éstos últimos los más elaborados. religión y culturaLas ceremonias que se tienen con los difuntos están estrechamente asociadas con los conceptos religiosos de la cultura en que se vive. Las actuales ceremonias rituales en México conocidas como Día de Muertos celebradas en noviembre, (el día primero dedicadas a Todos los Santos y el día dos a los Fieles Difuntos), tienen sus orígenes en el cristianismo y su sincretismo europeo, aunado a un sinfín de conceptos de religiones indígenas del territorio mexicano. Durante el siglo XVI, el catolicismo en América intentó modificar los rituales indígenas a través de una liturgia establecida, que quedó intercalada entre los conceptos cosmológicos, cosmogónicos y de calendarios de las diferentes culturas nativas de México. Las ceremonias actuales están acompañadas por rezos y cánticos derivados del catolicismo, siendo realizadas bajo una corografía principalmente indígena encarada a los sentidos de la vista, gusto, tacto, oído y olfato de los anfitriones vivientes y de los fallecidos que son agasajados, siendo el último sentido el más importante para orientarlos al mundo de los vivos. El culto a los muertos es universal en las diferentes culturas y sociedades del planeta, pero en México los conceptos indígenas lo sitúan en lo sublime.TODOS LOS SANTOSLa conmemoración de Todos los Santos tiene su origen en la celebración de Todos los Mártires, que derivó de las persecuciones de los primeros cristianos durante el primer milenio. Esta práctica surgió tanto entre los cristianos ortodoxos y católicos del este como en los cristianos romanos del occidente en Europa, aunque por diferentes razones. El cambio aparece en occidente el 13 de mayo del año 609, cuando el papa Bonifacio IV trasformó el primer templo pagano para el uso del culto cristiano, práctica común diez siglos más tarde en el Nuevo Mundo.Este primer edificio fue el Panteón de Roma construido por Agripa para los dioses romanos antes de la era cristiana y reconstruido por Adriano en el siglo II, siendo consagrado por el papa a la virgen María y a todos los santos. La fecha concordaba con el último día de la festividad pagana Lemuralia de los romanos, relacionada con la expulsión de espíritus malignos de sus casas a través de ritos de exorcismo utilizando semillas de frijol.La fecha del 1 de noviembre para esta festividad fue establecida en la liturgia cristiana romana por el papa Gregorio III desde el siglo XIII, coincidiendo con las vísperas del Samain de los celtas, siendo de este último ritual donde provienen las celebraciones del Halloween moderno. Ya en América se le incluyó a la conmemoración de “Todos los Santos” la fiesta de los muertitos o Miccailhuiotntli (La pequeña fiesta de los muertos) como era conocida en la región mexica del centro de México, celebrada originalmente en julio.La celebración de los Fieles Difuntos es una antigua tradición pre-cristiana donde se ora a las personas fallecidas que se encuentran en estado de purificación antes de entrar al cielo.Después de realizarse en diferentes fechas durante el primer mileno, fue incluida en el calendario cristiano el 2 de noviembre por San Odilón en el siglo X en el monasterio de Cluny en Francia, siendo aceptado por la iglesia católica hasta el siglo XIV.Más tarde, en el centro de México, se adhirió esta fecha como la del día de los muertos grandes o Hueymiccailhuitl (La gran fiesta de los muertos), que se celebraba en agosto.Gran parte del pensamiento religioso y filosófico occidental europeo emana de lo que ahora conocemos como mazdeísmo o zoroastrismo, religión que surgió en el milenio previo al cristianismo, basada en las enseñanzas del profeta reformador iraní Zoroastro o Zaratustra y su dios de origen proto-indo-iraní Ahura Mazda. Esta religión henoteísta estaba basada en un dios invisible, creador de todo, eterno, puro y que representa la única verdad.El Zoroastrismo maneja la dualidad de cielo e infierno, juicio personal y juicio final, donde no existe la predestinación. La situación después de la muerte está basada en cómo las personas vivan su vida. Se establece que hay un puente que todas las almas deben cruzar para ser juzgadas por sus pensamientos, palabras y actos. El mazdeísmo tuvo una gran influencia en el pensamiento greco-romano así como en el judaísmo, cristianismo e islamismo. RITUALES PAGANOSPara el siglo XVI, las celebraciones fusionadas de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos en Europa occidental por el calendario litúrgico incluían no sólo elementos de la tradición cristiana basada en el mazdeísmo, pues escondían una serie de rituales paganos dirigidos a los espíritus dañinos de sus muertos. Era también una costumbre ponerles en los hogares alimentos, agua, flores y veladoras en las tumbas, manipulando rituales que incluían la oración para guiarlos al más allá. Los ritos de paso estaban relacionados con la transición que incurrían los muertos antes de llegar a su destino final. Estas ceremonias se intentaron implantar a los pobladores del Nuevo Mundo, que practicaban otros ritos también milenarios sobre sus muertos. En algunas culturas indígenas de México; como la mexica o azteca, maya, mixteca, otomí, zapoteca, tarasca, huasteca y totonaca se efectuaban ceremonias similares relacionadas con el culto a los muertos. Se pueden observar algunas diferencias en los conceptos cosmogónicos y cosmológicos de cada una de estas sociedades, variando el número de deidades de una cultura a otra. En la parte central de México los frailes del siglo XVI, a través de la evangelización, erradicaron casi en su totalidad el culto a la muerte, especialmente en lo relacionado con el sacrificio humano que se le rendía a un extenso panteón de dioses, pero el culto a los muertos fue adaptado del calendario de las tradiciones europeas. Los mexicas contaban con dos extensas y elaboradas celebraciones para los pequeños y para los adultos en el octavo y noveno período dentro de su calendario ceremonial de 18 meses. En esta sociedad politeísta, con más de un centenar de deidades, el destino del alma del difunto lo determinaba la manera de su fallecimiento; poco tenía que ver el comportamiento durante la vida y su premiación del dualismo infierno - paraíso encontrado en las religiones de influencia mazdeista.MICTLÁN, EL INFRAMUNDOLos que morían de muerte natural o enfermedades pasaban al Mictlán, una de las tres opciones con que se predestinaba a la hora de morir. Este era el lugar del inframundo con nueve niveles, localizado en el punto cardinal Norte, que estaba habitado por señor y señora de la muerte, Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, junto a otras trece deidades masculinas y femeninas. De este punto provenían los fieles difuntos a visitar a sus parientes vivos. Esta es la razón por lo que en México el culto moderno a los muertos y sus ritos tienen una variedad de conceptos de diferentes tradiciones religiosas. La particularidad de estas ceremonias son los ritos de origen indígena en los cuales comulgan los vivos y los muertos en una forma armoniosa.