Regresa oficialmente Nokia 3310, sólo para nostálgicos

Nokia vuelve al sector de la telefonía móvil con la reedición de uno de sus clásicos, un terminal básico indicado para llamar y enviar SMS

Quienes tuvieron un Nokia 3310 a principios de siglo —y son muchos, porque se vendieron cerca de 126 millones en todo el mundo— lo recuerdan como un móvil casi indestructible, con una batería eterna y con el que entretenerse durante horas jugando a la serpiente. Nokia ha elegido precisamente una reedición de este modelo para acaparar la atención en su retorno al mercado de la telefonía móvil. Sin duda, y vista la expectación que causó el nuevo 3310 durante su presentación en el Mobile World Congress de Barcelona hace unos meses, ha conseguido su objetivo.Lo primero que hay que dejar claro es que no es un smartphone, sino un terminal básico con el que llamar, enviar mensajes y poco más. Se ha diseñado tomando como base el exterior y las funciones de su antecesor, pero dándole un toque más moderno y añadiendo algunas prestaciones. Así, y pese a que los admiradores más fieles del original consideran que no se parece lo suficiente, mantiene la característica banda de color blanco rodeando la pantalla, el teclado físico y los botones de desplazamiento. Por lo demás, es más estilizado (tiene un grosor de algo más de un centímetro y pesa menos de 80 gramos), los bordes se han redondeado, la pantalla muestra las imágenes a color y, sobre todo, incorpora una cámara.Su pantalla posee un tamaño reducido de 2,4 pulgadas con una resolución de 240 x 320 píxeles. Está polarizada, por lo que se ve bien a pleno sol, y su calidad es suficiente para las tareas que se van a llevar a cabo, aunque lógicamente echamos en falta algunos píxeles más y, sobre todo, que sea táctil. Y es que el primer impulso es ir a seleccionar las opciones con los dedos.En su lugar tenemos que acostumbrarnos a una cruceta central, botones para navegar por los menús y seleccionar las distintas opciones, y a un teclado T9 (de esos en los que hay que pulsar varias veces un número para llegar a la letra adecuada) para escribir. No es que sea un sistema complicado, pero cuesta volver a coger soltura después de tantos años usando teclados QWERTY.La cámara dispone de 2 megapíxeles y flash: características que son insuficientes para capturar buenas fotografías y cuyos resultados nos trasladan directamente a los primeros móviles con cámara (el 3310 original no tenía). Además, es muy básica en cuanto a funcionalidades, con pocas opciones de ajuste y personalización: permite hacer un pequeño zoom, grabar vídeos a baja resolución, aplicar filtros sencillos o elegir un modo noche. De lo que prescinde es de una cámara delantera, así que hay que olvidarse de los selfis.En lugar de Android o Windows Mobile, incorpora un software propio —Nokia Series 30+— bastante básico y sencillo de utilizar, y que va a determinar lo que podemos hacer con el móvil. En concreto, viene con un conjunto de aplicaciones entre las que están las propias para realizar llamadas, ver los contactos, las fotografías, enviar mensajes o activar la cámara. Además, ofrece acceso a una tienda de apps en la que completar un poco esa selección: las opciones son escasas y tenemos que olvidarnos de las más populares en otros sistemas operativos.Las opciones “inteligentes” se limitan al navegador de Internet. Ahora bien, visitar páginas web no es una tarea ágil, ya que al reducido tamaño de la pantalla y la navegación desde los controles físicos se une el hecho de que no dispone de Wi-Fi, y la única opción es navegar gracias a una conexión 2G muy lenta para los estándares actuales.Por otro lado, ofrece soporte para radio FM y puede utilizarse como reproductor de música MP3 si se almacenan las canciones en una tarjeta microSD. Es indispensable utilizar una tarjeta de este tipo, ya que sólo tiene 16 MB de capacidad —no ‘gigas’— y se llena con un puñado de fotos.Como no podía ser de otra manera, también incluye una nueva versión del juego Snake, con una serpiente a todo color que se adapta a la nueva pantalla y con distintos modos de juego entre los que se encuentra el clásico modo de supervivencia en el que la serpiente crece y crece.En general, el rendimiento del 3310 es regular, siempre teniendo en cuenta sus funcionalidades: los mensajes o el directorio de llamadas se abren de forma rápida, por ejemplo. Pero como hemos dicho, sufre durante tareas que requieran más recursos como la navegación por Internet. De ahí que los usuarios activos de redes sociales y funciones inteligentes no vayan a encontrar alicientes para su compra.Lo que deja buen sabor de boca, tal y como esperábamos, es la batería. Según la firma, ofrece hasta 31 días de autonomía en espera: una cifra que se calcula sin tocar el teléfono durante ese tiempo, por lo que no es real. En un uso habitual será necesario cargarlo una vez por semana.Por todo ello, solo podemos recomendar este terminal a usuarios muy básicos, que solo lo necesiten para llamar y enviar algún mensaje, o a los que quieran un segundo móvil para momentos puntuales. En definitiva, el nuevo Nokia 3310 es más una cuestión de imagen y prestigio para la firma que un dispositivo que vaya a vender de nuevo millones de unidades.