Cd. de México.- Ante los reclamos de algunos actores políticos por la nueva distribución de distritos federales, el consejero Uuc-Kib Espadas afirmó que este proceso obedece a una regla técnica, no a una acción política del INE.
"El único objetivo del proceso de redistritación es garantizar que cada distrito esté representado, de manera tan aproximada como sea posible, por el mismo número de habitantes, a eso obedece la distritación, no a ningún otro factor que tuviera que ver con preferencias políticas.
"Los estados que van a tener menos distritos, no es que se les esté arrebatando representatividad, sino que la proporción de su población ha disminuido dentro de la población nacional, y no puede ser que se tenga en un estado una representación más grande de la que corresponda a su proporción de población", resumió el consejero.
El 27 de agosto, el Consejo General del INE aprobó las reglas para la nueva distritación, que estará lista en agosto del 2023, previo al arranque de la elección del 2024, y en las que se establece que algunas entidades pierden y otras ganan distritos.
Con el nuevo esquema, seis entidades perdieron distritos: Ciudad de México dos, Estado de México uno, Guerrero uno, Michoacán uno, Tamaulipas uno, y Veracruz uno.
Mientras que otros seis estados ganaron: Baja California uno, Coahuila uno, Nuevo León dos, Puebla uno, Querétaro uno y Yucatán uno. El resto permaneció igual.
El INE aplicó la regla constitucional, por lo que los 126 millones de mexicanos registrados en el Censo 2020, se dividieron en 300, y se determinó que cada distrito debe tener, aproximadamente, 420 mil habitantes, se hizo una primera distribución de acuerdo a la población de cada entidad, y los distritos sobrantes se asignaron de acuerdo al cociente que tuviera los números fraccionarios mayores.