Recrudecen las protestas en Hong Kong

El acto, en el que participaron cientos de miles de personas, fue convocado en protesta por la excesiva injerencia de Beijing en el Gobierno de la ciudad

Hong Kong, Hong Kong.

Decenas de manifestantes trataron de irrumpir en la sede del Consejo Legislativo de Hong Kong rompiendo cristales y puertas del edificio, tras la multitudinaria manifestación celebrada con motivo del aniversario del traspaso a China de la soberanía sobre la ex colonia.

Alrededor de las 18:00 horas locales, centenares de personas se congregaron ante las puertas del Parlamento hongkonés y un grupo de manifestantes rompió las barreras de acero que las protegían y las usaron para destruir los cristales y tratar de ingresar al interior, sin que la Policía hiciera acto de presencia.

Inmediatamente después de derribar la valla de acero y comenzar a intentar abrir las puertas del edificio, otros manifestantes cubrieron a éstos con decenas de paraguas para impedir que las cámaras grabasen sus caras y pudieran ser así identificados posteriormente.

Los que se desviaban del recorrido autorizado de la manifestación para acudir a la sede parlamentaria recibían máscaras antigas -la Policía ya ha utilizado gas lacrimógeno para dispersar protestas en las últimas semanas- y algunos cascos por parte de los organizadores.

Tras una media hora de asedio, los cerca de mil manifestantes congregados ante el Consejo Legislativo todavía aguardaban a que fueran derribadas las puertas del edificio, reforzadas con cristales blindados.

Para ello, los participantes en la manifestación utilizaron tubos de hierro, barras metálicas, ladrillos o piedras, al tiempo que eran jalados por los simpatizantes que se congregaban en el Parque Tamar, donde se ubica el edificio, cercano también a la sede del Gobierno.

El acto, en el que participaron cientos de miles de personas, fue convocado en protesta por la "excesiva" injerencia de Beijing en el Gobierno de la ciudad y para exigir la retirada del polémico proyecto de ley de extradición y la dimisión de la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam.

La protesta comenzó por retraso después de que la Policía negociase con los organizadores para que no llegasen a la zona de Admiralty, donde se ubica el Consejo Legislativo, sino a la cercana y céntrica área de Wan Chai.

En su mayoría vestidos de negro, los manifestantes portaban carteles en los que se leía "No a la extradición a China. Carrie Lam dimisión" o "Hong Kong, ponte en pie", así como otros en los que condenaban la violencia policial durante protestas pasadas.

Esta misma mañana, cientos de ciudadanos se enfrentaron con la Policía local, lo que obligó a celebrar la conmemoración del retorno a China de la soberanía sobre Hong Kong por primera vez en el interior del Centro de Convenciones de la ciudad, en lugar de en el paseo marítimo de Wan Chai, tal y como estaba previsto.

Las autoridades aludieron al "mal tiempo" para justificar este cambio.