Recibe alcalde reconocimiento de la Facultad de Agronomía de la UANL

El alcalde Ramiro Cortez, fue acompañado por el subdirector de Ecología del Municipio, biólogo Virgilio García Jiménez

Miguel Alemán, Tam.“Al recibir un reconocimiento, el funcionario está obligado a agradecerlo pero más aún, de enaltecer la virtud de quien lo entrega con afecto y en atención a la reciprocidad” dijo el presidente municipal, biólogo Ramiro Cortez Barrera, al ser cuestionado por reporteros en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a donde viajó para recibir un reconocimiento de parte de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).El alcalde Ramiro Cortez, fue acompañado por el subdirector de Ecología del Municipio, biólogo Virgilio García Jiménez.El servidor público de cualquier nivel que sea, no debe valorar de entrada un estímulo de papel o una placa, lo que sí debe valorar y sobre todo reconocer, es la voluntad de quien lo entrega y la real aportación que estrecha el vínculo y que se guarda en el alma como una acción recta y una actitud corresponsable.En mi alma y en el corazón, guardo muchos reconocimientos que a lo largo de dos años he recibido, pero mejor queda como huella indeleble, el saludo franco y el abrazo que se siente sin recelo y sin compromisos, eso me guardo para que mañana cuando ya no está en la Presidencia Municipal, se pueda abrir como una puerta al saludo de la gente a quien responderé con la cara al aire, porque no tendré nada que esconder y si por el contrario, sin duda, sentiré una pena por lo que puede haber hecho y no se pudo lograr.El reconocimiento escrito se puede borrar, el alago de palabra se va con el aire, pero lo que siempre he dicho y sostenido, es que el reconocimiento cuando es leal y franco se palpa y se siente y esos no se olvidan.Sé que la condición humana y el prejuicio nos obliga, pero también sé que el prejuicio se vence con la unificación de criterios y con la buena voluntad de la gente y aquí, en esta Facultad de Agronomía, se siente la buena vibra y el buen presagio que habrá de conocer mi pueblo en aras de una acción social con mucho futuro.