Los fans de la comedia Grace and Frankie recibieron una grata sorpresa al adelantarse el estreno de los primeros cuatro capítulos de la séptima y última temporada de la serie.
La producción se detuvo por la pandemia y apenas en junio se reactivaron, por lo que el liberar los episodios terminados ayudará a aligerar la espera y su regreso tras 19 meses es muy afortunado.
Como recordarán al final de la sexta temporada los ex maridos de Grace (Jane Fonda) y Frankie (Lily Tomlin) tienen una inundación en su residencia causada indirectamente por ellas y ahora deben compartir todos la casa de la playa de las protagonistas.
Eso crea una nueva dinámica, ya que los cuatro personajes deben aprender a convivir bajo el mismo techo y eso genera que la serie se sienta fresca nuevamente.
También Grace tiene que lidiar con el arresto de su nuevo marido y el dinero sucio que encontró al final de los capítulos anteriores.
La verdad es que si hay algo que tiene el elenco es química, y tanto Fonda como Tomlin tienen sus personajes muy bien dominados para generar carcajadas.
Martin Sheen y Sam Waterston como sus ex esposos también aprovechan su ritmo para la comedia, y el ensamble de soporte es muy sólido con arcos muy bien definidos.
Es una pena que ya se acerque el final de la serie, pero si los 12 capítulos restantes, que todavía no tienen fecha de estreno, están como los primeros que liberaron, podremos aspirar a tener un desenlace memorable para sus enredos.
Cuando termine se convertirá en la serie más larga producida por Netflix.
QUERIDA, AGRANDÉ AL NIÑO
Aunque para algunos podría resultar demasiado simple y predecible, este filme de Randal Kleiser tiene a su favor la candidez de un cuento y la ligereza de un episodio de serie de TV, además de un buen número de espectaculares efectos especiales. Rick Moranis interpreta al mismo genial científico de Querida, Encogí a los Niños que ahora trabaja en el proceso inverso, es decir, de agigantamiento’. El más pequeño de sus hijos, de dos años y medio, travieso e inquieto como él solo, accidentalmente se expone al experimento de su padre y se convierte en un “macro-bebé’’ que cada minuto crece más y más. Obviamente, las características de su personalidad también se agigantan y se convierte en la versión con bucles y carita de ángel de Godzilla. El desmesurado crecimiento del niño da origen a una serie de situaciones cómicas y a efectos especiales que hacen muy atractivo el filme.