En un ruedo castigado por las lluvias fallan novilleros en Plaza de Toros Reynosa; se entrega una sola oreja
QUEDAN A DEBER
En un ruedo castigado por las lluvias fallan novilleros en Plaza de Toros Reynosa; se entrega una sola oreja
Entre fallas de los novilleros, un ruedo castigado por las lluvias y un flaco encierro, se pudo celebrar una deslucida Novillada de Independencia, la cual presentó una pobre entrada en la Monumental Plaza de Toros Reynosa. Una sola oreja entregó este festejo del cual se esperaba mucho más sobre todo por la experiencia que tenían algunos de sus protagonistas. El oriundo de Guadalupe Zacatecas, Edgar Badillo, fue el único que logró una faena aseada y por consecuencia se llevó el triunfo al cortarle una oreja al primero de la tarde de nombre Libertador. La calidad estuvo a cuentagotas tanto que el sobresaliente, Paulo Campero, terminó siendo de lo mejor de la tarde tras entrar al quite en lugar del rejoneador Antonio Prates quien prefirió no arriesgar a sus caballos dado lo flojo del terreno. El novillero emergente aprovechó la bravura de Munícipe que se presentó despuntado ya que era el animal destinado para el torero a caballo. A petición de los pocos aficionados, el juez de plaza, Manolo Martínez hijo, decidió premiar el valor de este joven con un apéndice aunque no contó. El día de asueto o tal vez la lluvia pudieron haber sido factor para que la entrada se quedara lejos de media plaza. Edgar Badillo arrancó aplausos presentándose de rodillas con el capote. Traía ganas y con valor también toreo hincado con la muleta. Hizo lo justo y mató de una estocada algo movida pero profunda y justa para convencer a la autoridad que le otorgó la única oreja legal de la tarde. Ángel Lizama tuvo mucho trabajó para lidiar a Abanderado que se iba de largo en cada embestida pero lo poco que había logrado se fue a la basura tras pinchar hasta en cinco ocasiones. Juan Pablo Herrera falló con Gritón al igual que André Lagravere quien no pudo con Patriota. Leonardo Buenaño se quedó con las ganas de siquiera competirle a Badillo. Los toros de Rafael de Mendoza nuevamente dejaron mucho que desear aunque al final el que no tenía puntas dio la sorpresa.ENTÉRATEEl sobresaliente es un matador o novillero, no muy conocido, que hace el paseíllo junto a los maestros y resto de componentes del festejo. Su presencia es crítica en las novilladas o corridas con uno o dos espadas, ya que en caso de que los toreros no puedan continuar la lidia, el sobresalientes es el responsable de terminar de matar todo el encierro y en el caso de que también “caiga” el sobresaliente, se suspende el espectáculo. (Fuente: elartetaurino.com)
LA ÚNICA OREJA. Edgar Badillo lució con el capote y fue el único que no falló con la espada para llevarse el triunfo con un solo apéndice.
ENTRÓ AL QUITE. El sobresaliente Paulo Campero, que entró como emergente, terminó siendo de los más aplaudidos en una deslucida novillada.