CIUDAD DE MÉXICO.- Los más de 53 millones de afiliados al Seguro Popular continuarán recibiendo atención médica, puesto que la desaparición de este programa no implica que se deje de atender a la población, indicó la Secretaría de Salud.
Fuentes consultadas de la dependencia federal explicaron a EL UNIVERSAL que se tiene que realizar el proceso legislativo para constituir de manera legal el Instituto de Salud para el Bienestar; dicha institución prevé absorber el padrón de beneficiarios del Seguro Popular.
Mientras se aprueban las reformas a la Ley General de Salud para crear este nuevo organismo, los beneficiarios continuarán siendo atendidos en las unidades médicas, por el momento no tendrán que hacer otro trámite.
Con la creación del Instituto de Salud para el Bienestar se formalizará la eliminación del Seguro Popular, el cual hasta 2017 registraba más de 53 millones de beneficiarios.
Esta nueva institución sustituirá atenderá a la población que no cuente con seguridad social, sustituirá las funciones del Seguro Popular, programa creado en el sexenio de Vicente Fox.
Este nuevo Instituto se encargará de los centros de salud y hospitales en los estados del país que estaban a cargo de los gobiernos locales, previo a la firma de acuerdos y el respaldo de los gobernadores.
Tendrá facultades para tener a su cargo un sistema eficaz de compras consolidadas, así como de entrega de medicamentos y material de curación.
Los lineamientos del Nuevo Sistema de Salud Pública, que incluyen un decálogo por medio del cual se faculta al nuevo instituto a atender a toda la población que no cuenta con seguridad social, bajo la dirección general de Juan Antonio Ferrer y que trabajará en coordinación con el IMSS y el ISSSTE para salvar la vida a todos los pacientes.
El diciembre pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la desaparición del Seguro Popular con el fin de federalizar todos los sistemas de salud, proceso que concluirá en dos años; indicó el mandatario en esa ocasión.
Resaltó que el nuevo sistema de salud pública busca garantizar la atención médica de calidad y medicamentos gratuitos.
En abril, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo que el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar dependerá del secretario de Salud; absorbería el programa IMSS Bienestar e iniciaría operaciones en ocho estados hasta integrar los 32.
En aquella ocasión, el subsecretario de la Secretaría de Salud indicó que por el momento el IMSS e ISSSTE no formarían parte de este instituto, puesto que no son entidades puramente gubernamentales, sino que se conforman a partir de los trabajadores que pagan sus cuotas.
Este Instituto, encabezado por Juan Ferrer, se fusionará con el IMSS Bienestar en los 10 estados del sureste del país, que han firmado el acuerdo de integración a la federalización; es decir, se integrarán sus centros de salud, la nómina y el resto de la infraestructura, explicó el funcionario.
Se pretende que este instituto cuente con una red integrada de servicios entre el primero, segundo y tercer nivel de atención; a fin de que al final del sexenio exista una atención primaria de excelencia.
Este viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un memorándum para impulsar reformas a la Ley de Salud, con el cual desaparece al Seguro Popular y lo sustituye por el Instituto de Salud para el Bienestar, que tendrá un presupuesto inicial de 80 mil millones de pesos, que surgirán del fondo de protección contra gastos catastróficos.
El Seguro Popular tiene su origen en el sexenio panista de Vicente Fox, entre 2001 y 2003 puso en marcha un programa piloto para afiliar a más de un millón de personas que no tenían seguridad social.
Para 2005 se logró incorporar a las 31 entidades del país a este programa que tenía como fin garantizar el acceso a la salud para toda la población. Hasta 2017, ya en el sexenio del priísta de Enrique Peña Nieto, se registraron 53 millones 505 mil beneficiarios.