El Paso, TX.
Los republicanos fustigaron preventivamente a Harris sobre su visita fronteriza, y Trump se atribuyó el crédito de que la vicepresidenta decidiera ir ahora.
Los asesores de Harris se han cuidado de enfatizar que el foco central de la vicepresidenta en cuanto a la inmigración es lidiar con las causas. Ella ha estado buscando soluciones económicas y humanitarias para mejorar las condiciones de los habitantes de México y países centroamericanos que migran a Estados Unidos. Sus asesores presentan el viaje a la frontera como una forma de entender mejor cómo resolver el problema.
Harris es acompañada en el viaje por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el senador demócrata Dick Durbin, y la representante demócrata Veronica Escobar, quien representa el distrito local.
Mayorkas comentó que Estados Unidos se enfrentó en marzo a “desafíos importantes” para proteger la frontera, pero “hemos logrado un avance extraordinario” que esperaba compartir con Harris el viernes.
Harris no tenía planes de visitar la instalación de detención de migrantes en la base de Fort Bliss, que ha sido señalada por activistas de tener condiciones inseguras y registrar abusos hacia algunos de los miles de albergados allí. En su lugar, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, tenía programado viajar ahí el lunes.
Cuéllar dijo que la decisión de visitar El Paso es “políticamente segura” porque, dijo, la mayoría de la actividad en la frontera ocurre más al sur.