Una nueva ley que prohibirá el uso de cadenas o ataduras para perros que estén al aire libre, entrará en vigor en enero.
La nueva ley también garantiza que los perros atados estén debidamente equipados con un collar o arnés y tengan acceso a sus necesidades básicas, incluido agua y refugio. La correa también debe tener cinco veces la longitud del perro para proporcionar un amplio espacio para el movimiento.
Se impondrán multas de hasta 500 dólares a aquellos que no respeten la ley, los reincidentes enfrentan una acusación de delito menor Clase B.