El presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Julio Santaella Castell, informó que durante el 2020 las transferencias por programas sociales a los hogares mexicanos no fueron suficientes para compensar la caída en los ingresos por trabajo.
"Vemos que todos los componentes de ingreso del trabajo, ya sea por trabajo subordinado, por salarios, o independiente están cayendo entre el 9 y el 11 por ciento, estos son los flujos que están dominando.
"Los beneficios provenientes de programas gubernamentales tienen un crecimiento muy importante del 50 por ciento en 2 años, sin embargo el crecimiento tan grande que se da en los programas sociales no compensa la caída que tenemos en los ingresos en el trabajo", explicó Santaella al explicar a diputados los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020.
Detalló que, en promedio, por trimestre el ingreso total por hogar fue de 50 mil 309 pesos, lo que es una disminución del 5.8 por ciento frente al ingreso corriente del 2018.
Citó que esta disminución de ingresos está asociada a que el 2020 fue el año de la pandemia por Covid-19, en el cual el Producto Interno Bruto tuvo una caída del 8.5 por ciento, lo que implicó que 12 millones de personas dejaron de estar ocupadas.
Agregó que de los ingresos totales, 32 mil 106 pesos en promedio, es decir 64 por ciento, provienen del trabajo.
Esto significó una caída de casi el 11 por ciento en estos dos años, mencionó en la sesión a distancia del Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria de la Cámara de Diputados.
Tal caída en los ingresos por trabajo se dio al mismo tiempo en que hubo el incremento en las transferencias, en un 8.3 por ciento, que equivale a alrededor de 8 mil 900 pesos, pero fue insuficiente para compensar la disminución de entradas de dinero en los hogares, precisó.
El presidente del INEGI dijo que la mitad de los recursos por transferencias, 4 mil 300 pesos, es por jubilaciones y pensiones, lo cual creció 15 por ciento.
Al detallar más datos sobre la encuesta, agregó que en el ámbito urbano, donde reside el 78 por ciento de los hogares, hubo una caída del ingreso corriente total promedio del 8 por ciento.
En tanto, en el rural, donde está el 22 por ciento de los hogares, hubo un crecimiento.
En cuento a los ingresos personales, al trimestre una persona puede tener cerca de 19 mil 500 pesos, lo cual baja a 13 mil 700 pesos en caso de tener discapacidad.
Puntualizó que la brecha de ingresos entre mujeres y hombres aún se mantiene, aunque puntualizó que se ha reducido un poco, pero con importantes diferencias cuando es una persona del sector indígena, quien tiene un ingreso promedio de 10 mil 200 pesos trimestrales.
En términos de gasto monetario corriente hubo una caída de casi el 13 por ciento, excepto el destinado a salud, el cual creció en poco más del 40 por ciento.
Este gasto creció en medicamentos, consultas, análisis clínicos y hospitalizaciones, lo cual se esperaba en tiempos de pandemia, dijo.
Al comentar los datos de la ENIGH 2020, Alejandra Macías, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) AC, puntualizó que en 2018 se tenía registrada una afiliación al sistemas de salud de 102.1 millones de personas, mientras que ahora son 87.4 millones de personas.
Con el Insabi hay una caída de 18 millones de personas que reportan no estar afiliados a ningún subsistema.
El especialista en Desarrollo Social con Equidad, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Rodolfo de la Torre García, opinó que se requiere una reforma fiscal e impulsar una política pública más ambiciosa para reforzar los sistemas de salud y educativo.
El director de Investigación de OXFAM, Diego Vázquez Pimentel, sostuvo que es necesario pensar en mayores apoyos para resolver la caída de los ingresos e impulsar políticas públicas para reinsertar a miles de mujeres que perdieron sus empleos.
Añadió que después de la pandemia habrá 10 millones más de personas en situación de pobreza, por lo que es necesario tomar medidas para mejorar la política pública en esta materia.