Desde 1969, voces de todos los signos, de todas las posturas ideológicas han encontrado en EL UNIVERSAL el foro idóneo para expresar sus ideas con profunda libertad, y con ello, poco a poco, hemos construido una relevante historia de pluralidad, aseguró el Licenciado Juan Francisco Ealy Lanz Duret, Director General de EL UNIVERSAL, quien subrayó que la pluralidad ha sido emblema y orgullo de la casa.
En la presentación de libro "Historia de la pluralidad en EL UNIVERSAL. La construcción de la democracia en México. Los candidatos presidenciales de oposición en 1988", que recopila artículos de Rosario Ibarra de Piedra, Manuel Clouthier, Heberto Castillo y Gumersindo Magaña, el Licenciado Ealy Lanz Duret destacó que estos cuatro luchadores sociales "encontraron en las páginas de EL UNIVERSAL un foro libre, donde sus ideas y principios fueron publicados íntegramente sin cambiarles una coma, a pesar de aquellos tiempos políticos sumamente difíciles".
En el evento, realizado en la vieja casona de Xicoténcatl, antigua sede del Senado, subrayó que las colaboraciones de estos personajes muestran que la apuesta de EL UNIVERSAL por la libertad de expresión "ha sido y es nuestra aportación a la construcción de la democracia en México".
"No era fácil que los medios de comunicación abrieran sus páginas a las voces de la oposición de aquella época, pero dar espacio a todas las voces y tener un profundo respeto y vocación por ejercer la libertad de expresión ha sido un principio que ha guiado a EL UNIVERSAL desde 1969", enfatizó el Licenciado Ealy Lanz Duret.
Recordó algunas palabras de su padre, el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, quien en las primeras páginas del libro destaca la incorporación de políticos y luchadores sociales a la sección editorial:
"Poco a poco, las páginas de nuestro diario se fueron enriqueciendo de destacadas plumas y de pensamientos diversos. Y quizá una presencia definitiva en este camino fue el inicio de las colaboraciones del Ing. Heberto Castillo, ese gran innovador de la ingeniería, maestro universitario y luchador social al que convencí, cuando todavía estaba recluido en la prisión de Lecumberri por su activismo en el movimiento estudiantil de 1968, de que colaborara con artículos en la página editorial de EL UNIVERSAL".
Por su parte, el doctor Leonardo Curzio, integrante del Consejo Editorial Consultivo de EL GRAN DIARIO DE MEXICO, afirmó que este libro es un fragmento de la historia de la transición democrática en nuestro país y la apertura a una conversación plural, "que empezó hace varios años, no arrancó en el 2018".
Resaltó que la construcción de la Torre de Babel que hoy habitamos, no es producto solo de políticos "arrojados y valientes", sino también de periodistas y directores de medios, algunos de los cuales apostaron por abrir sus páginas a la pluralidad.
"Dar espacio a voces perseguidas y estigmatizadas desde el poder no era cualquier cosa, en aquel momento era un riesgo. El poder político entonces, y probablemente también ahora, tiene la tentación de tiznar, de manchar, de ensuciar a quien lo critica, y si pueden, en aquella época lo podían, lo silencian, y si no, lo azuza y lo vilipendia", remarcó.
Leonardo Curzio destacó que las decisiones que tomó en aquella época el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, "hoy adquieren una enorme relevancia y explican la contribución histórica de ese hombre, que ha dedicado más de 50 años al periodismo, a construir un México más abierto".
Sostuvo que lo que hacía el Licenciado Ealy Ortiz al abrir las páginas de su diario a los opositores, era "compartir un vaso de agua con sedientos" porque en aquella época esos actores no tenían, ni remotamente, la posibilidad de llegar a la radio y la televisión. "Recordar el contexto en que eso ocurría hace ver con perspectiva más justa lo que cada cual ha contribuido a la historia de la apertura democrática de México.
Recordó que el Licenciado Ealy Ortiz ha sido atacado en repetidas ocasiones desde la presidencia de la República, lo que es incompatible con la más elemental justicia y sentido de la proporción histórica.
"Estamos pues ante un notable ejercicio de memoria que nos recuerda que cuando la historia de la transición termine por escribirse, EL UNIVERSAL y Ealy Ortiz estarán con toda justicia entre los actores más importantes de la democratización mexicana.
Leonardo Curzio apuntó que el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador no fundó la democracia, pero ayudó durante décadas a construirla, y "la historia de la democracia en México le debe muchas páginas, pero estas no empezaron a escribirse en 2018 y no solo han sido escritas por él".
Lamentó que hoy, desde el poder, se intente reescribir no solo la historia del país, sino también la historia reciente. "La transformación del país, no importa el número que tenga, la cuarta o quinta, empezó hace años y es polifónica", expresó.
En tanto, José Woldemberg, quien participó en el evento de manera virtual, leyó el prólogo que escribió para este libro, en el que destaca que "cuatro editorialistas de EL UNIVERSAL fueron candidatos a la presidencia de la República en 1988. Colaboradores de periódicos exponían sus análisis de la situación nacional, subrayaban los temas fundamentales de sus respectivas agendas, denunciaban excesos y agresiones del gobierno, y por supuesto, en su momento, explicaron el significado y la plataforma política de sus postulaciones.
Luego de varias décadas esas voces no solo resultan elocuentes, sino expresivas de las preocupaciones de aquellos momentos e ilustran la variedad de sensibilidades e ideologías que modelaban la esfera pública en nuestro país".
En la presentación de la obra participaron también los hijos de Manuel Clouthier del Rincón, Tatiana y Manuel Clouthier, de manera remota; Laura Itzel y Heberto Castillo Juárez, hijos del ingeniero Heberto Castillo Martínez; y Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, e hija de doña Rosario Ibarra de Piedra.