McAllen, Tx.
Los organismos civiles de Derechos Humanos han emitido una alerta ante el temor de que se realice una redada masiva durante la celebración del Día de la Independencia.
La especie los mantiene en alerta y demandan a los migrantes permanecer a la expectativa ante una eventual situación que los pondría en la antesala de una inminente deportación.
Según los informes proporcionados, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) se prepara para lanzar a partir del 4 de Julio una redada a gran escala en decenas de ciudades de todo el país con el objetivo, según el presidente, Donald Trump, de deportar a “millones” de inmigrantes indocumentados.
Aunque quizá, en lugar de usar el término “redada”, habría que decir “cacería”, puesto que así es como agentes migratorios califican a sus operaciones.
“Feliz cacería”, escribió por ejemplo un responsable de ICE en vísperas de una operación en la que pretendían arrestar a miles de personas, según aparece en correos electrónicos obtenidos por la web informativa The Daily Beast.
Era septiembre de 2017, y la agencia federal preparaba una macro-redada bautizada inicialmente como “Operación Mega” y posteriormente como “Operación Épica”, lo que llevó a agentes de la oficina de San Bernardino (California) a bromear con que debería llamarse “Operación Súper Mega Épica”.
ICE planeaba arrestar hasta 10,000 personas durante cinco días de redadas en 24 regiones, aunque finalmente la operación se canceló al ser filtrada por activistas.
Ahora, la organización Detention Watch Network, que obtuvo los correos electrónicos cruzados durante los preparativos, teme que la historia se repita.
La Operación Mega iba a ser “la más grande de la historia de ICE”, según estos correos oficiales, y se iba a realizar a partir de las directrices del presidente, Donald Trump, cuyo mandato había comenzado apenas meses antes.
Para ello, se elaboraron “listados de objetivos” a partir de “una miríada de fuentes”, incluyendo datos de compañías privadas que recopilan información de multas de tráfico, matrículas de auto, o facturas de teléfono, luz, etcétera.
Cada oficina regional recibió así su cuota de arrestos, de forma que rastrearan también en los listados oficiales o privados para encontrar el domicilio de sus objetivos.
Los agentes esperaban también detener a un gran número de “colaterales”, es decir, inmigrantes indocumentados que no estaban en su listado de objetivos pero se encontraban junto a éstos en el momento de la redada.
Las probabilidades de ser detenido por ICE en su casa, llevando a sus hijos a la escuela, o manejando para comprar comida, por ejemplo, varían dependiendo de la ciudad y estado en el que viva: en algunos lugares hay hasta 10 veces más posibilidades que en otros, según un informe del centro TRAC de la Universidad de Syracuse.
Hay 10,5 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos (casi la mitad, mexicanos), y, pese a la promesa del presidente, Donald Trump, ICE carece de capacidad para arrestarlos a todos.
Cuatro de cada cinco detenciones tienen lugar en cárceles, es decir, afectan a personas arrestadas por la policía que son puestas bajo custodia de ICE. El resto son personas interceptadas en sus comunidades durante sus vidas normales.
Dónde viven determina gravemente sus posibilidades de ser arrestadas.
Deportaciones a la vista
Así, por ejemplo, en el año fiscal 2018 (de octubre de 2017 a septiembre de 2018), se produjeron 5,407 deportaciones de inmigrantes arrestados en sus comunidades en el condado de El Paso (Texas), con una tasa de 81 por cada 1,000 indocumentados viviendo en esa zona.
En el condado de Maricopa (Arizona), la tasa fue de 19 por cada 1,000; en el condado de Harris (Texas), 6 por cada 1,000; en el condado de Orange (California), ocho por cada 1,000; en el condado de Los Ángeles (California), 2 por cada 1,000; en el condado de San Diego (California), 10 por cada 1,000; en el condado de DeKalb (Georgia), 62 por cada 1,000; y en la ciudad de Nueva York, 3 por cada 1,000.
En total, a nivel nacional, la tasa de deportaciones por arrestos en comunidades es de 7 por cada 1,000.