Nueve municipios de Tamaulipas fueron el escenario en donde se registraron 104 derrames de petrolíferos en las instalaciones de extracción de este tipo de material o de aditivos para la gasolina en los últimos cuatro años.
De acuerdo con información emitida por la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente (ASEA), autoridad encargada de darle seguimiento a las afectaciones al medio ambiente en temas de hidrocarburos, son nueve municipios los afectados por los derrames.
Los datos emitidos por la ASEA indican que de hidrocarburos son 74 registros de derrames en los últimos cuatro años, por aditivos para las gasolinas son 30 casos en los que estos productos fueron derramados al suelo.
Los registros de la ASEA incluyen los provocados por el robo de combustible, conocido como ‘‘huachicoleo’’ los cuales representan cerca de la mitad de los derrames sucedidos dentro del territorio de Tamaulipas.
A nivel nacional los registros de la ASEA indican que son cuatro mil 805 derrames los registrados en el país, lo que equivaldría al menos tres casos por día.
Dentro de Tamaulipas, Altamira ocupa el primer puesto con 42 registros, seguido de González con nueve, Matamoros con ocho, Reynosa con cinco, en menor cantidad Ciudad Madero y Río Bravo con tres, Valle Hermoso dos y Ciudad Victoria con uno.
Las afectaciones que se generan una vez que es vertido un combustible al suelo es la afectación de mantos acuíferos, lo cual puede llevar a que el agua utilizada para darle a los animales en los ranchos o para el consumo humano contenga elementos nocivos para la salud.
Uno de los últimos casos de derrames se registró en el municipio de Soto la Marina en el mes de mayo del año en curso, lo cual dejó afectaciones en por lo menos 60 hectáreas de la zona donde el pozo petrolero emitía líquido negro con características de petróleo.
Debido al ‘‘huachicoleo’’ entidades como Guanajuato o el Estado de México son las que ocupan el primer lugar en el país con registros de derrames de hidrocarburos, quienes no cuentan con instalaciones dedicadas a la extracción de combustible de la tierra.
En el caso de Guanajuato la cifra de derrames fue de dos mil 763 casos en los últimos cuatro años, siendo Salamanca y Silao los municipios con los mayores registros en donde existía un cártel dedicado a la extracción y venta de gasolina robada.