Kreacic y March llevaron a cabo hace algunos años una investigación sobre la posibilidad de implantar programas de DO en México, y concluyeron que en nuestro país no contaba con las condiciones culturales propicias para hacerlo realidad. Sus razones fueron que “la cultura mexicana del trabajo no era compatible con los principios y postulados del desarrollo organizacional”.
Para el maestro y conferencista Alberto Arellano Rodríguez, la cultura no permaneces estática, sino al contrario, es dinámica y cambiante, por lo que puede evolucionar, aun cuando esto requiera de mucho tiempo y esfuerzo. Es más, las necesidades del entorno post pandémico están imponiendo este cambio, como sucede actualmente en México,
El fracaso de muchos programas de DO tiene sus raíces en que se le tomó como una moda y no como un esfuerzo serio y sistemático. Las herramientas y técnicas que utiliza el DO deben ser tomadas como medios no como fines y, en la medida que la filosofía del DO las sustente, las intervenciones serán exitosas.
A saber…
El Desarrollo Organizacional
será una utopía mientras:
1 Los empresarios y administradores no cambien su concepción básica acerca del ser humano.
2 No se preocupen por el bienestar y desarrollo de sus colaboradores.
3 Sólo se interesen por las utilidades a corto plazo.
4 Prefieran la improvisación a la planeación.
5 Crean que existen “varitas mágicas” que funcionarán sin trabajo y compromiso.
Por ello, se requiere una nueva filosofía empresarial más acorde con los postulados del DO como:
a) Creer en el hombre
b) Ayudar al hombre a creer en sí mismo
Esto con el fin de que la eficacia y salud de las organizaciones sea el producto de un trabajo continuo y conjunto, en el que cada quien ponga lo mejor de sí y a la vez sea reconocido y recompensado por su desempeño y esfuerzo.