Ciudad de México
Para que los universitarios pudieran imponerse 2-0 al Puebla tuvieron que vivir 45 minutos para el olvido, con Juan Ignacio Dinenno desesperado y molesto con sus compañeros por no ponerle balones a modo, y con un medio campo inerte, incapaz de hilvanar cuatro pases certeros.
Jerónimo Rodríguez fue al final el jugador que más corrió del lado de los felinos, esperando que en próximos partidos pueda tener mayor aporte a la ofensiva, y con Alan Mozo el estratega tendrá que trabajar horas extra, ya que fue de los que más equivocó los centros.
El verdadero revulsivo vino de la banca con el ingreso de Washington Corozo, quien en 15 minutos hizo más que Sebastián Saucedo. El ecuatoriano se encontró mejor con Marco Rodríguez, y además de anotar el primer gol en una jugada más personal que colectiva, provocó el penal para el segundo.