Pide Rivera por CEM tras ataque

Por Arcelia Maya El cardenal Norberto Rivera rogó ayer por los obispos del país para que, pese a los ataques en su contra, continúen con su labor evangelizadora de paz. La oración fue hecha luego que la semana pasada explotó un artefacto en la puerta principal de la Conferencia del Episodio Mexicano (CEM), lo que dejó sólo pérdidas materiales. El hecho violento se lo adjudicó un grupo anarcofeminista denominado Comando Feminista Informal de Acción Antiautoritaria Coatlicue, pero las autoridades realizan las investigaciones. En la misa dominical, el Arzobispo Primado de México y feligreses también oraron por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y por sus gabinetes legales y ampliados para que gobiernen con sabiduría. En la celebración se expuso que el padre José Miguel Machorro, quien fue agredido hace unos meses dentro de la Catedral Metropolitana, está grave de salud. Además oraron por Venezuela, para que encuentre la reconciliación y la democracia. La Arquidiócesis Primada de México reprochó las políticas públicas a favor de la población joven y los embarazos entre niñas y adolescentes. En el editorial del semanario Desde la Fe publicó que la semana pasada el Congreso de la Unión recibió una radiografía de las graves condiciones de vida que sufre los adolescentes en México. Con información del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, afirmaron que en el 2013 al menos 8 mil niñas y adolescentes de 10 a 14 años eran madres criando un hijo y la proyección para el 2025 vislumbra que 75 mil adolescentes y niñas serán madres jóvenes. “El Instituto Mexicano de la Juventud observó que siete de cada 10 jóvenes iniciaron su actividad sexual entre los 15 y 19 años y que más de la mitad de los jóvenes, aproximadamente el 55. 6 por ciento, usaron algún método anticonceptivo durante su primera relación sexual”, se explicó. La Iglesia católica sostuvo que el problema radica en la instrumentación de políticas públicas que no inciden en la prevención ni en la formación de la población joven.