Francisco celebró una misa en la Basílica de San Pedro ante cientos de feligreses jóvenes para conmemorar un día dedicado a la juventud en las diócesis de todo el mundo.
“Se les ha confiado una tarea emocionante pero desafiante”, dijo el pontífice, “alzarse mientras todo a nuestro alrededor parece derrumbarse”.
Francisco dio las gracias “por todas esas veces en las que cultivan el sueño de fraternidad, trabajan para sanar las heridas de la creación divina, luchan por asegurar el respeto a la dignidad de los vulnerables y difunden el espíritu de la solidaridad y la generosidad”.
Muchos jóvenes han criticado la contaminación ambiental, señaló.
“Lo necesitamos”, dijo.
El pontífice dijo que en un mundo que “sólo piensa en las ganancias presentes, que tiende a sofocar los grandes ideales, ustedes no han perdido la capacidad de soñar”.
“Sean libres y auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad”, exhortó Francisco a los jóvenes.