Alerta medioambiental dan pescadores locales, quienes acuden a canales a atrapar peces endémicos para alimentar a sus familias o bien para montar un pequeño negocio de venta de pescado y así obtener recursos para salir adelante.
En las márgenes del canal Anzaldúas, se aprecia este signo de alarma, pues restos peces diablo, son encontrados dispersos, los cuales representan intentos fallidos de pescadores en captura algún pez de la región como catanes, bagres o mojarra de agua dulce.
El pez diablo, proveniente de Sudamérica, representa un depredador para las especies locales que son comestibles y están en armonía con el medioambiente, mientras que el espécimen exótico es depredador de las especies locales.
Los pescadores tienen que lanzar al anzuelo varias veces hasta dar con un ejemplar comestible, pues el pez diablo no lo es y prueba de ello, son los ejemplares ya desecados, los cuales ni la fauna terrestre lo quiere comer, indicó el pescador Rubén "N", residente de colonia Benito Juárez.
Esto es solo una señal de un problema ecológico que podría agravarse en los canales y ríos de la región, de no atenderse por especialistas.