Río Bravo, Tam.- Y aunque no fue en todas las parroquias de la ciudad, en algunas fueron instalados los altares del Día de Muertos a la entrada de las iglesias, fomentando así parte de nuestra cultura y tradiciones a pesar de la pandemia que azota al mundo entero.
El Día de Muertos es una tradición mexicana que trasciende en el tiempo, un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido en el que la parca no representa una ausencia, sino una presencia viva que se materializa en el altar ofrecido.
La tradición incluye en parte que, para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar las velas trazando el camino que van a recorrer para que estas altas no se pierdan y puedan llegar a su destino.
Es plausible mencionar que de acuerdo a datos obtenidos al respecto y como se han expandido nuestra cultura, creencias, y tradiciones, que la UNESCO declaró desde el 2008 esta festividad Patrimonio Cultural de lo inmaterial de la Humanidad por su importancia y significado.