La tormenta tropical ‘’Nicholas’’ se fortaleció ayer y amenazaba con golpear Texas como un huracán que podría arrojar hasta 50 centímetros (20 pulgadas) de lluvia en partes de la costa del estado en el Golfo de México, incluida la misma zona que fue impactada por el huracán Harvey en 2017, y en Luisiana, que acaba de ser azotada por otro meteoro.
En este escenario, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, alertó ante el paso del sistema ciclónico que en las próximas horas provocaría fuertes lluvias, principalmente en los municipios de Reynosa, San Fernando, Matamoros, Río Bravo, Valle Hermoso y Soto La Marina, aunque la trayectoria del sistema se desplazó hacia el norte y no impactó de frente la costa norte tamaulipeca.
El mandatario exhortó a los habitantes de estas zonas a extremar precauciones y a seguir las indicaciones de las autoridades.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que las autoridades habían colocado equipos de rescate y recursos en la zona metropolitana de Houston y a lo largo de la costa.
“Nicholas” tenía vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora (70 millas por hora), de acuerdo con los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés), lo cual es casi la fuerza de un huracán y un incremento de 16 km/h (10 mph) con respecto a lo registrado horas antes.
La trayectoria del sistema ciclónico enfilaba hacia Houston.