Un video que permaneció oculto mucho tiempo muestra a un policía estatal blanco de Luisiana empujando a un individuo de raza negra contra un patrullero después de encontrar mariguana en su vehículo, tirándolo al piso y golpeándolo varias veces... mientras estaba esposado.
En otro video, un agente blanco golpea a un individuo negro 18 veces con una linterna durante una parada del tráfico, rompiéndole el mentón, algunas costillas y abriéndole una herida en la cabeza. Ese video fue mal etiquetado y fueron necesarios 536 días y una demanda para que la policía lo revisase.
Un tercer video muestra a un agente blanco pegándole duramente a un vendedor de drogas hispano que estaba parado sin ofrecer resistencia en una carretera, una agresión no provocada que jamás fue mencionada en informe alguno y que fue investigada solo cuando un juez federal la descubrió.
En momentos en que la Policía Estatal de Luisiana enfrenta el escándalo en torno a la muerte de Ronald Greene cuando era arrestado en el 2019 —el cual estalló este año al salir a la luz un video en el que se ve a agentes aturdir a un individuo afroestadounidense con una pistola paralizante, pegarle y arrastrarlo.