Parte Alfredo Fressia, poeta del Edén

El poeta, traductor, crítico literario y ensayista falleció la noche del lunes debido al cáncer en Sao Paulo, Brasil

Al poeta uruguayo Alfredo Fressia (1948-2022) la poesía le "aparecía" como el único modo auténtico de entender el mundo y sus objetos. Creía que, a diferencia del filósofo, el poeta prefiere las preguntas sobre las respuestas.

"Los poemas con respuesta nos atropellan. El buen poema acaricia cada pregunta y sabe que en ella encontrará su grandeza y su fracaso", escribió en sus Proseos.

Pensaba que un "poema sólo debe ser escrito cuando ya no puede no ser escrito".

Poeta, traductor, crítico literario y ensayista, Fressia falleció la noche del lunes debido al cáncer en Sao Paulo, Brasil, donde radicada desde 1976, expulsado por la entonces la dictadura en Uruguay.

El retrato que guarda de él Hernán Bravo Varela, su colega, amigo y editor, es el de un poeta con una enorme "vitalidad textual" que trabajó sus poemas con "ingeniería quirúrgica" y que afiló su voz hasta convertirse en una "melancolía lúcida".

Como autor exiliado, nunca dejó de aparecer en su obra el sentimiento del desarraigo, pero que en él fue motivo de celebración de otras miradas y culturas. Pasó con muy buena fortuna del poema en verso a la reflexión crítica en prosa y a la crónica.

"Alguien que anduvo la calle y la amó como símbolo de resistencia, como lugar de encuentros y devaneos, pero también como lugar de apariciones", pondera Bravo Varela, quien le publicó con Mafia Rosa Destino: Rúa Aurora y El memorial de hombres que me amaron.

El propio Fressia, autor homosexual, reconoció que el tema "gay" ocupó una parte relativamente pequeña de su obra.

"Es que lo que más me importó siempre fue la injusticia, histórica, que se abatió sobre la libertad del amor, digamos. Fue por indignación que milité en el movimiento homosexual brasileño, allá por 1977", escribió en sus Proseos.

Es recordado como un lector exquisito y refinado en sus críticas, dueño de un humor "delicioso" para la conversación crítica.

"Edén" era una palabra atada a su vocabulario, su destino vital y su imaginación, sentencia su editor.

 "No, Señor, / nunca huiré del Paraíso, tengo en mí / la leche eterna de los padres y los hijos, / y escribo poemas para la nostalgia", como el propio Fressia plasmó en Poeta en el Edén.