La decisión de MacDonough, la encargada apartidista de interpretar las normas del Senado, es un revés dañino y desalentador para el presidente Joe Biden, así como para los legisladores demócratas y sus aliados en las comunidades progresistas y las partidarias de la inmigración. Afecta severamente las esperanzas de los demócratas de implementar cambios unilateralmente —por encima de la oposición republicana— que permitan a varias categorías de inmigrantes obtener la residencia permanente y posiblemente naturalizarse.
Una persona informada sobre la decisión de MacDonough describió el fallo a condición de guardar el anonimato.