Palabras que García Lorca dedicó a la Rambla
Ciudad de México El 13 de septiembre de 1935 el dramaturgo y poeta español Federico García Lorca estrenó la que sería su última obra de teatro en vida con la compañía de Margarita Xirgy, Doña Rosita la soltera. “Esta noche, mi hija más pequeña y querida, Rosita la soltera, señorita Rosita, Doña Rosita, sobre el mármol y entre cipreses Doña Rosa, ha querido trabajar para las simpáticas floristas de la Rambla”, dijo el poeta en el acto. En un volumen de la obra completa de Lorca, editado por Akal, se evocan las palabras que dijo el poeta sobre la Rambla, avenida donde el jueves sucedió un atentado donde una camioneta atropelló a una multitud en la zona más céntrica y turística de la ciudad. “Como una balanza, la Rambla tiene su fiel y su equilibrio en el mercado de flores, donde la ciudad acude para cantar bautizos y bodas sobre ramos frescos de esperanza y donde acude agitando lágrimas y cintas en las coronas para sus muertos”, continuó Lorca en su texto. “Estos puestos de alegría entre los árboles ciudadanos son como el regalo del ramblista y su recreo, y aunque de noche aparezcan solos, casi como catafalcos de hierro, tienen un aire señor y delicado, que parece decir al noctámbulo: ‘Levántate mañana para vernos; nosotros somos del día.’ Nadie que visite Barcelona puede olvidar esta calle que las flores convierten en insospechado invernadero, ni dejarse de sorprender con la locura mozartiana de estos pájaros, que si bien se vengan a veces del transeúnte de un modo un poquito incorrecto, dan en cambio a la Rambla un aire acribillado de plata y hacen caer sobre sus amigos una lluvia adormecedora de invisibles lentejuelas que colman nuestro corazón”. García Lorca fue arrestado el 16 de agosto de 1936 acusado de ser espía de los rusos y de ser homosexual. Entre la polémica, el dramaturgo fue fusilado la madrugada del 18 de agosto en el camino que va de Víznar a Alfacar y su cuerpo fue arrojado a una fosa común anónima.