Otra tragedia en La Playita

Jovencita veracruzana perece ahogada; rescatan a salvo a su compañera

El Mañana / Staff Lo que era un día de diversión en el balneario La Playita, entre dos amigas veracruzanas recién llegadas a la ciudad, se torno en tragedia al ahogarse ayer una de ellas en las traicioneras aguas del río Bravo. El cuerpo de Gabriela Arteaga Estévez, de 21 años, fue extraído del río por elementos de la Brigada de Rescate Acuático del Departamento de Bomberos, luego de breve búsqueda que no se prolongó más allá de 20 minutos. Gabriela había llegado el pasado viernes a la ciudad junto con su amiga Erika Esmeralda Estévez Martínez, de 22, ambas originarias del municipio se Ozuluaga, en busca de mejores oportunidades de vida, y el próximo lunes habría iniciado labores en una maquiladora pero el destino le tenía deparada una mala jugada. Ayer por la tarde junto, la occisa y Erika Esmeralda, junto con otro amigo de ambas, Rafael Cruz Rangel, de 42 años,  y la hija de 10 años de este, fueron a La Playita, pero como no tenían traje de baño se metieron con todo y ropa al agua, seguidas por la niña, quien afortunadamente se quedó a más de un metro de ellas, dentro del río. De repente Gabriela cayó en una poza aferrándose desesperadamente a su amiga Erika Esmeralda, hundiéndose ambas. Una bañista, Mariana Sánchez Zavala, de 41 años, se percató de los hechos y gritó a sus acompañantes que las muchachas se estaban ahogando, que entraran por ellas. Fue así que Américo Peña Mora y Julio Cesar Hernández Peña lograron rescatar a Erika Esmeralda y llevarla a la orilla desvanecida, iniciando luego una desesperada búsqueda de Gabriela, quien ya se encontraba en el fondo del río, irremediablemente muerta. Durante más de una hora distintos bañistas buscaron a la víctima río abajo, pero el cuerpo de Gabriela se encontraba casi en el mismo lugar donde se había ahogado. “El cuerpo de una persona ahogada es como una piedra y queda en el fondo, en el mismo lugar donde se ahogó; la corriente no la arrastra”, explicó el comandante Marco Antonio Llanas Quintero, oficial de la Brigada de Rescate Acuático. Con la experiencia adquirida en años de rescatar cuerpos del río fronterizo, los brigadistas en menos de 20 minutos ubicaron y extrajeron el cuerpo de la joven veracruzana, a las 19:50 horas de ayer. Escenas dramáticas se suscitaron cuando al lugar arribó el esposo de la occisa, Gerardo Antonio Aquino Ramírez, de 27 años, quien luego de desahogar su dolor con llanto desgarrador, abrazando el cuerpo de la víctima en la orilla del río, fue a reclamar violentamente a las amistades de su esposa el haberla llevado al balneario sin su conocimiento.  Las autoridades intervinieron para calmar al deudo, quien ya había quebrado a puño limpio los cristales del vehículo de Rafael Cruz, su amigo y paisano, a quien trató de agredir para descargar la furia impotente por la muerte de su esposa, con quien habían procreado dos hijos.Finalmente el cuerpo de Gabriela fue trasladado al Servicio Médico Forense para la autopsia de ley, levantando datos de campo los agentes de la Policía Investigadora Estatal. Del deceso de la joven veracruzana tomó conocimiento la Unidad General de Investigaciones numero 4 (UGI-4) de la Procuraduría de Justicia del Estado. TRAGEDIA. El esposo de la joven veracruzana ahogada se desgarra en llanto, abrazado al cuerpo de la víctima.