TOKIO
Un terremoto y tsunami en marzo de 2011 desataron una desastrosa fusión en los tres reactores de Fukushima Daiichi, que en parte provocó que se hundieran sus centros radioactivos en los cimientos de concreto de la planta, lo que dificulta mucho su extracción.
El operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings, dijo que el robot sumergible fue enviado al recipiente de contención de la Unidad 1 para instalar una guía para cinco robots subsecuentes, que intentarán evaluar y tomar pruebas del combustible derretido que emite alta y mortal radiación.
Hace cinco años, los operadores enviaran otro robot al mismo reactor extremadamente dañado, pero no lograran obtener imágenes del combustible derretido.
Se anticipa que el trabajo dirigido por robot, que se pospuso de mediados de enero debido a fallas mecánicas, dure unos días antes de que inicien los análisis completos.
Análisis previos muestran que el combustible en la Unidad 1 está sumergido hasta 2 metros (6,5 pies) en agua altamente radioactiva.
Cinco robots adicionales, desarrollados por Hitachi-GE Nuclear Energy y el Instituto Internacional de Investigaciones para el Desmantelamiento Nuclear, un consorcio fundado por el gobierno, serán enviados por separado en los próximos meses para la investigación.
El sondeo en la Unidad 1 tiene el objetivo de medir los montículos de combustible derretido, mapearlos en tres dimensiones, analizar isótopos y su radioactividad, y tomar pruebas, informaron funcionarios de Tokyo Electric.
Todo esto es clave para desarrollar equipo y una estrategia para una extracción segura y eficiente del combustible derretido.
Aproximadamente 900 toneladas de combustible nuclear siguen al interior de los tres reactores de la planta, incluidas unas 280 toneladas en la Unidad 1, y su extracción es una tarea abrumadora que los funcionarios señalan que durará entre 30 y 40 años. Los críticos afirman que ese cálculo es demasiado optimista.