ROMA — El arzobispo de Ferrara, Giancarlo Perego, asistió a la ceremonia de apertura de “Il Farnace” de Vivaldi en el teatro público municipal, una decisión que el director artístico del teatro calificó como un “gesto maravilloso” que ayuda a sanar el pasado y resaltar una de las obras menos conocidas de Vivaldi.
“Queremos devolver a Vivaldi lo que se le quitó aquí en Ferrara”, dijo a The Associated Press Marcello Corvino antes del estreno de “Il Farnace”, que cuenta la historia de la trágica dinastía del rey Farnaces II.
Según historiadores, a finales de la década de 1730 el cardenal de Ferrara Tommaso Ruffo expulsó a Vivaldi de la ciudad porque Vivaldi, un sacerdote católico, había dejado de celebrar misa y se decía que estaba en una relación con una de sus cantantes, Anna Giro. En la práctica, la decisión significó la cancelación en el carnaval de 1739 de una producción de “Il Farnace” de Vivaldi, quien ya gozaba de éxito en Italia y el extranjero.
En realidad, Vivaldi no celebraba misa porque desde hacía mucho tiempo padecía problemas respiratorios y su relación con Giro era como la de cualquier compositor con su cantante principal, al tiempo que Giro también fungió como una especie de enfermera del compositor enfermo.
La cancelación resultó en un desastre financiero para Vivaldi, dijo Corvino, ya que él mismo había pagado la producción con antelación y pasaba por un periodo de descenso debido a que sus obras instrumentales habían dejado de ser populares.
Vivaldi terminó endeudado y murió en 1741 en Viena. Sólo después que se recuperaran sus manuscritos obtuvo fama póstuma por “Las cuatro estaciones” y otros conciertos.