El secretario general de Naciones Unidas pidió reducciones “inmediatas, rápidas y a gran escala” de las emisiones de gases con efecto invernadero para frenar el calentamiento global y evitar un desastre climático.
Antes de la Asamblea General anual de la ONU, que se celebra la próxima semana, António Guterres advirtió a los gobiernos que el cambio climático están avanzando más rápido de lo previsto y que las emisiones de combustibles fósiles ya se han recuperado del desplome por la pandemia del coronavirus.
En su intervención en la presentación de un reporte respaldado por la ONU que resumen los esfuerzos actuales para atajar el cambio climático, Guterres dijo que el clima extremo registrado recientemente — desde el huracán Ida en Estados Unidos a las inundaciones en Europa occidental y la letal ola de calor en el Pacífico noroccidental — mostró que ningún país está a salvo de los desastres relacionados con el clima.
“Estos cambios son solo el principio de lo peor que está por venir”, dijo, pidiendo a los gobiernos que cumplan los objetivos del Acuerdo del Clima de París de 2015.
“A menos que haya reducciones inmediatas, rápidas y gran escala de las emisiones de gases con efecto invernadero, no podremos limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit)”, afirmó Guterres. “Las consecuencias serán catastróficas”.
En su reporte, “United in Science 21”, seis agencias de la ONU y organizaciones científicas se basaron en investigaciones ya existentes para afirmar que hay una relación directa entre las emisiones provocadas por el hombre, el récord de temperaturas y los desastres que tienen un impacto tangible en las personas y sociedades, incluyendo “miles de millones de horas de trabajo (...) perdidas solo por el calor”.
Debido a los efectos de larga duración de muchas de las emisiones ya liberadas a la atmósfera, los futuros impactos son inevitables, agregaron.
“Incluso con una acción ambiciosa para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, el nivel del mar seguirá subiendo y amenazando a las islas bajas y poblaciones costeras en todo el mundo”, apuntaron los autores del informe.
Según el decano de Medio Ambiente de la Universidad de Michigan, Jonathan Overpeck, quien no formó parte del reporte, los científicos ya habían dicho esto en el pasado, pero es importante porque “La situación está empeorando, sabemos por qué y sabemos cómo solucionarlo para dejar, a nosotros y a las generaciones futuras, un mundo mejor, más saludable y más sostenible”.
Guterres instó a los gobiernos a presentar planes más ambiciosos de recorte de emisiones en la próxima Cumbre del Clima de la ONU en Glasgow, incluyendo un compromiso para dejar de emitir gases que no puedan ser neutralizados a mediados de siglo.
Michael Mann, un destacado científico del clima de la Universidad Estatal de Pensilvania, se mostró de acuerdo con el mensaje de urgencia del informe, pero cuestionó algunas de sus advertencias más severas.
En concreto, que el umbral de 1,5C acordado en París se aplique a años de forma independiente porque algunos pueden ser inusualmente cálidos por otros factores, apuntó.
“Este marco engañoso alimenta innecesariamente los temores de la población de que de alguna manera se haya cruzado ya ese umbral y ahora es demasiado tarde para evitarlo”, apuntó Mann. “No lo hemos hecho. Y no lo es”.
Mann apuntó además que la reducción de las emisiones registrada al inicio de la pandemia podría verse como un indicio positivo de que se pueden realizar rebajas importantes si economías enteras dejan los combustibles fósiles.
Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea se han comprometido con objetivos que, de cumplirse, ayudarían a evitar un calentamiento peligroso, agregó.