Aún y cuando Jorge Castro llegó hasta el lugar en donde estaban inspectores federales (CRE)—pero principalmente los representantes de la empresa ENGIE—, no fue suficiente para que llevaran a cabo una revisión de su casa que fue afectada por la explosión que se registró el 26 de enero en el Seven Eleven.
Explicó que una vez que sostuvo comunicación con el personal de dicha empresa, le afirmaron que aún no sabían quien era el culpable de dicha explosión, por lo que no se podían hacer responsables de los daños en su vivienda.
Jorge vive a un costado de lo que era esta tienda de conveniencia, y al momento de que se presentó el accidente tuvo daños severos su casa, al grado que pusieron en riesgo la integridad física de su familia.
“Cuando se presentó el accidente, nosotros estábamos ya acostados; en el cuarto que da a la pared del Seven estaba mi sobrino, cuando de pronto vino el estallido y le cayó parte del enjarre, afortunadamente no se cayó el techo, pero sí lo puso en riesgo, además de que mi casa quedó completamente dañada por esta explosión”, dijo.
Destacó que quizás se está esperando que haya un veredicto para determinar quien sea el responsable, “pero en realidad todos saben quien es, pero desgraciadamente se tienen que cumplir con los protocolos por muy tardados que sean”.
Comentó que en el interior de su vivienda quedó con muchas afectaciones, dañada la infraestructura. “Nosotros no queremos dinero, queremos que nos reparen nuestra casa que es lo que más importa en estos momentos”.
Afirmó que es usuario de la empresa gasera, pero en estos momentos está sin servicio, aún y cuando el medidor sigue consumiendo, no se sabe porqué, pero durante las inspecciones fue lo que se detectó, que había según consumo cuando no hay gas en esta zona.