Ciudad de México.
Noviembre se perfila para ser el mejor mes para el peso mexicano desde mayo pasado, gracias a que el proceso de transición presidencial en Estados Unidos ha sido ordenado y por los avances en el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19.
Tras llegar a intercambiarse en casi 22 unidades por dólar y convertirse en la moneda más depreciada del mundo durante la noche del 3 de noviembre, pues los primeros datos de las elecciones estadounidenses indicaban un empate técnico entre Donald Trump y Joe Biden, el peso mexicano dio un giro completo en los días siguientes y volvió a perforar las 21 unidades en la primera semana del mes.
La moneda nacional se fortalecía conforme los resultados empezaban a inclinarse a favor del candidato demócrata y el proceso electoral transcurría en calma, sin disturbios significativos y mucho menos una paralización de la economía estadounidense.
El peso continuó fortaleciéndose en las semanas siguientes ante el creciente optimismo sobre los avances positivos de las vacunas contra el virus y las perspectivas sobre su efecto en la actividad económica durante el siguiente año, así como una mayor certeza política al iniciar la transición presidencial en la Unión Americana y la reciente nominación de Janet Yellen a secretaria del Tesoro.