Cd. de México, México.- Sin trabajo y ante mayores precios, los mexicanos están dejado de contratar seguros de vida, lo que está afectando a la tenencia total de seguros.
Esto llevó a que la tenencia de seguros, tomando en cuenta el total que incluye médico, de autos, entre otros, haya caído en los últimos siete años.
En 2015, la población mexicana que en algún momento tuvo un seguro se ubicó en 37 por ciento, para 2018 bajó a 35 por ciento y al cierre de 2021 se volvió a reducir a 32 por ciento, muestran datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Además, solo 21 por ciento de la población reportó tener un seguro en 2021, cuando en 2015 y 2018 esta proporción había sido de 25 por ciento.
Frente a otros productos como el de captación, crédito y cuenta de ahorro para el retiro, los seguros son los únicos que reportaron una caída constante en su penetración desde 2015, según los datos de la CNBV.
La caída en la tenencia de seguros se debe primordialmente a los seguros de vida (que cubren el riesgo de fallecimiento por accidente o enfermedad, y brinda protección financiera a los beneficiarios si sucede), cuya penetración entre la población mexicana se redujo de 17 por ciento en 2018 a 13 por ciento para 2021.
Las principales razones por las que la población adulta dejó de tener seguro fueron porque dejaron de trabajar y porque les resultó muy caro, de hecho, la proporción de los que dijeron que los seguros son muy costosos aumentó de 12 por ciento en 2018 a 14 por ciento para 2021.
De todo el País, la tenencia en la región sur reportó la mayor baja, pues pasó de 24 por ciento en 2018 a 16 por ciento en 2021.
"El panorama laboral (por el Covid-19) definitivamente tuvo mucho que ver con la caída de los seguros de vida, ya que impactó negativamente en la contratación y conservación de los seguros individuales. Hubo muchas cancelaciones y seguros prorrogados por desempleo y disminución en los salarios.
"Probablemente, algunas aseguradoras incrementaron el costo del seguro de vida por el incremento en su siniestralidad, así como otros gastos asociados al costo del seguro, como son los gastos de adquisición (comisiones, bonos, marketing, campañas publicitarias), gastos de administración y financieros", explicó Manuel García Bonilla, CEO de EDSeguros.
De acuerdo con De la Rosa Analytics Solutions (DRASolutions), un decremento en los seguros de vida individual refleja una tendencia usual entre asegurados: cancelan este tipo de seguros cuando las complicaciones económicas (como en la pandemia) vulneran su ingreso familiar, dado que muchos seguros de vida tienen componente de inversión y ahorro.
En el caso de los seguros grupales, que es por parte de empresas o colectivos, se observó un incremento de 20 por ciento en los costos del seguro de vida durante 2021, al renovar las pólizas.
Esto estuvo ligado a la siniestralidad de esa póliza en específico y de la severidad de sus pagos durante la vigencia, pero no es algo que haya sido parejo en el sector ni que haya impactado a toda la industria, explicó Natan Zetune, director ejecutivo de Líneas Personales en Sekura.
De hecho, la pandemia generó una conciencia adicional de ver al seguro de vida como un instrumento financiero para proteger el patrimonio en caso de fallecimiento del proveedor o proveedora de la familia, destacó Zetune.