Una de las enfermedades autoinmunes más prevalentes en los mexicanos es la artritis reumatoide. Se estima que 1 de cada 100 adultos son diagnosticados con este padecimiento, comentó Ana Ghislaine Bernard.
Sin embargo, precisó la reumatóloga y fundadora de la asociación Una Sonrisa al Dolor, este padecimiento, que se creía era exclusivo de los adultos mayores, se está diagnosticando en personas cada vez más jóvenes.
"Algo que es muy importante, porque luego muchas mujeres aquí en México empiezan la artritis reumatoide a una edad más joven que con los norteamericanos o europeos que empieza alrededor de los 50 años, aquí nosotros hacemos el diagnóstico a los 25 años".
La artritis, agregó, no sólo afecta la movilidad de las articulaciones, sino que también puede dañar otros órganos como el pulmón o los ojos, razón por la cual es indispensable tener un diagnóstico e iniciar un tratamiento.
Ghislaine Bernard comentó que hay ciertos factores detonantes de la artritis como son el tabaquismo y la genética, por ejemplo.
"Hay un factor de riesgo importante el genético, dos el fumar, el tabaquismo hace que el anticuerpo salga, el tabaquismo es un factor importante, también las emociones hacen que la gente se pueda activar la enfermedad, o el detonante de la enfermedad", apuntó.
"Alguna situación emocional, un divorcio, la muerte de un hijo, de la pareja, puede ser el factor, no es el factor más importante, pero puede ser un detonante".
Agregó que el Covid-19 y otras infecciones virales se han relacionado como un disparador de la artritis reumatoide.
La especialista manifestó que, actualmente, tener este padecimiento no es sinónimo de deformidad, ya que existen fármacos que evitan la destrucción de las articulaciones, por ello es indispensable un diagnóstico oportuno.
Algunos de los síntomas de la artritis es la rigidez de las articulaciones, dolor por la mañana y, en algunos casos, se puede presentar fiebre y mucho cansancio.
De presentar esta sintomatología, destacó, es necesario acudir al médico para hacer el diagnóstico e iniciar el tratamiento que eleve la calidad de vida del paciente.