Ante la llegada del frío, especialistas aconsejan tomar distintas medidas para protegerse, entre las que se incluye abrigarse al salir a la calle.
Sin embargo, esto no tiene nada que ver con enfermarse, así lo explicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dicha creencia en realidad es un mito, ya que más allá de la ropa, hay otros factores que promueven la aparición y contagio de enfermedades respiratorias en esta temporada.
De acuerdo con el artículo publicado por la Fundación UNAM, es común pensar que el frío está directamente relacionado con enfermedades respiratorias, como la gripe, la faringoamigdalitis o la influenza.
No obstante, las bajas temperaturas, la lluvia o el aire seco no tienen la capacidad de producir enfermedades por sí mismas, pero sí generan las condiciones para que se produzcan los contagios a causa de virus y bacterias.
- Ello se debe a que el clima extremadamente frío propicia que los virus y bacterias se reproduzcan más rápido en el aire seco del ambiente, facilitando su paso al cuerpo humano que, al mismo tiempo, experimenta una disminución de células inmunitarias.
En ese sentido, la UNAM enfatizó que "son los virus los que ocasionan las enfermedades y no las condiciones climáticas".
Otra de las razones por las que incrementan los casos de enfermedades respiratorias en esta temporada, es la cercanía en espacios cerrados. Por ejemplo, las personas buscan resguardarse en una habitación o sitios con poca ventilación, facilitando el tránsito de organismo dañinos.
La UNAM detalló que abrigarse ante las bajas temperaturas sirve para impedir que el aire frío se cuele a la boca y la nariz, produciendo inflamación en las mucosas y paredes interiores.
Ante este panorama, la Máxima Casa de Estudios sugiere aplicarse la vacuna contra la gripe, influenza o Covid-19 durante este mes, donde el invierno se aproxima y tanto adultos mayores como niños son vulnerables.
Aunado a lo anterior, se debe buscar una alimentación balanceada con proteínas, para ayudar a que el cuerpo produzca calor de manera natural, y vitamina C, que refuerza el sistema inmune.
Asimismo, es indispensable realizar actividad física -sin exponerse a la intemperie- y conservar el contacto con seres queridos.
Y es que algunas personas pueden experimentar el Trastorno Afectivo Estacional, también conocido como depresión decembrina, a causa de la deficiencia de serotonina o la hormona de la felicidad, lo que repercute en la salud.