CIUDAD DE MÉXICO.-Los 10 hipopótamos que la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (Azcarm) planea trasladar de Colombia a México viajarían cada uno dentro de un huacal de madera a bordo de un avión sin ser sedados.
Ernesto Zazueta, presidente de la Azcarm, presentó el prototipo del contendedor mientras está de visita en el país sudamericano para alistar la translocación de 70 ejemplares: 60 viajarían al Greens Zoological Rescue and Rehabilitation Kingdom, en India, y una decena a Ostok Sanctuary, en Sinaloa.
Los huacales son de madera, están reforzados con anillos de metal y su base soporta líquidos. Tienen doble puerta: la primera de madera y la segunda de metal con barrotes para permitir alimentarlos e hidratarlos durante el trayecto. Cuentan con ventilaciones laterales. Fueron creados por Guacales El Norte en dos tamaños: para hipopótamos medianos y pequeños.
La Azcarm apunta a trasladar ejemplares juveniles con el fin de reducir la tasa de reproducción. Actualmente, se estiman que existen entre 169 y 200 individuos en vida silvestre.
Los primeros ejemplares serán capturados en cuerpos de agua del río Magdalena. Ahí se dispondrá un corral para atraer a los animales y, a través de condicionamiento operante, guiarlos a que entren de manera voluntaria a los huacales, detalló Zazueta.
"Nos han cuestionado mucho si los animales viajarán sedados. No es así. Esta especie no suele sedarse para ser movilizados. Por eso es tan importante el condicionamiento. Ellos van despiertos, bien vigilados para que en todo momento tengan alimento y agua", aseguró en un comunicado.
Una vez dentro de los huacales, se moverán por alrededor de cinco horas al aeropuerto, donde partirán en dos aviones de carga a India y en uno a México.
¿Por qué trasladarlos?
Todos los hipopótamos que la Azcarm busca trasladar son descendientes del grupo de tres hembras y un macho que el narcotraficante Pablo Escobar importó de un zoológico de Estados Unidos a su Hacienda Nápoles, en Colombia, durante la década de 1980.
Tras la muerte de Escobar escaparon al río Magdalena, donde comenzaron a reproducirse. Son una especie invasora en Colombia cuya presencia altera los ecosistemas acuáticos porque sus excretas pueden cambiar la composición del agua en lagos y ríos.
Además, representen riesgos para las personas: en abril, por ejemplo, un vehículo colisionó contra un hipopótamo. Murió el animal y los pasajeros quedaron con heridas graves.
Con el fin de controlar a la población de hipopótamos, se han propuesto tres estrategias: eutanasia, reubicación a santuarios y zoológicos, y control de fertilidad. La primera es la más barata y rápida, pero causa controversia porque supondría matar hasta 30 ejemplar al año.
"De ninguna manera estamos de acuerdo en una solución letal para el problema ecológico que, desafortunadamente y sin ninguna culpa, han generado los hipopótamos en Colombia", sostuvo Zazueta.
El presidente reconoció que la translocación de 70 hipopótamos no eliminará la problemática, pero sí la atajará o mermará. Por ahora, la Azcarm está en espera de que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia expida los trámites y permisos para llevar a cabo la operación.
Con información de The Conversation
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