Enfrentan maiceros ´tormenta perfecta´

Una mayor producción de maíz de los estadounidenses provocará mayores bajas en el precio internacional de este insumo

  • Nuevo León

La cosecha de maíz que espera Estados Unidos para el ciclo 2023/2024, que será la mayor en los últimos 7 ciclos, agravó la "tormenta perfecta" que enfrentan los agricultores de ese cereal en México por el dólar barato y la caída del precio internacional del grano, que provocó que hace unos meses tomaran aeropuertos y cerraran carreteras en varios estados del país.

Agricultores de Sinaloa y Chihuahua, dos de los principales estados productores de maíz en México, y analistas advirtieron que esa mayor oferta de grano estadounidense, e incluso las que tendrán Brasil, Argentina y China, provocarán mayores bajas en el precio internacional de este insumo, lo cual desincentivará su producción en el país.

"El panorama pinta mal para los agricultores de maíz en México y es muy probable que haya conflictos como los que hubo hace unos meses en Sinaloa, con la toma de aeropuertos y carreteras", advirtió Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) calculó que para la cosecha 2023/2024, que inició en agosto y termina en julio del 2024, la producción mundial de maíz subirá a mil 213.5 millones de toneladas, un alza anual de 5.4 por ciento y la su segunda mayor desde 1960.

Para su país, que representa el 32 por ciento de la producción mundial del grano y es el mayor proveedor de México, el USDA proyectó que la cosecha crecerá 10.1 por ciento anual, también la segunda más alta en los últimos 64 años.

PUBLICA PROYECCIÓN

El pasado 12 de mayo, el USDA publicó su primer proyección global de cosechas de granos y desde entonces el precio internacional del maíz acumula una baja del 20 por ciento y de 42 por ciento desde el máximo que alcanzó en abril del 2022, de acuerdo con cifras de GCMA.

Los agricultores mexicanos anticipan que con los menores valores internacionales, los compradores les regatearán más los precios de sus cosechas orillándolos a vender por debajo de sus costos de producción, como sucedió en el primer semestre de este año.