- CIUDAD DE MÉXICO
Abogado constitucionalista, el legislador sustentó su carta con alegatos de carácter ético para intentar que Graue impulse la anulación del título.
"La tesis presentada con relación al examen profesional de 1987, apropiada indebidamente por la entonces alumna Esquivel Mossa, fue producto de ayuda fraudulenta. Lo que está en entredicho, no es un actuar personal, sino la capacidad institucional de separar y sancionar públicamente esa actuación, de la misión, principio y fundamento universitario, al que deben estar dirigidos la actuación de autoridades y cuerpo académico de nuestra Casa de estudios", planteó.
Desde la perspectiva de Martínez, disculpar o disimular una afrenta a la UNAM, que implica una violación a la Constitución es pervertir la convivencia social que busca inculcar en sus educandos.
Tras sostener que la UNAM no tiene por qué asumir ni convalidar una actitud fraudulenta, el senador urgió que tome una determinación y la revisión de la regularidad de esa decisión, la puede decidir un juez.
A juicio de Martínez, el asunto tan grave que tiene en sus manos el Rector no se resuelve con la mera estructura jurídica, sino con los valores y principios constitucionales que deben impartirse a estudiantes.