CIUDAD DE MÉXICO
Cinco policías de Castaños, Coahuila, fueron suspendidos de sus labores por 10 días luego que no intervinieron cuando un oso de cinco meses era torturado y asfixiado.
La Comisión de Servicio Profesional de Carrera, Honor y Justicia Municipal de Castaños abrió un expediente para investigar los hechos que involucran a los elementos policiacos.
La secretaria técnica de dicha comisión, Dalia Miroslava Cázares Peña, dio a conocer que el martes se abrió el expediente CHJ-001/2022 para determinar la participación de los policías en los hechos ocurridos el 23 de agosto.
Indicó que estos 10 días de suspensión son los que fija la ley para realizar la investigación, pero se pueden prorrogar según lo determinen las indagatorias y comentó que las sanciones que podrían recibir estas personas, dependiendo del hecho u omisión, son la degradación, la suspensión o la destitución.
Al respecto, la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila interpuso una denuncia ante la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado (FGE) contra quien resulte responsable por la muerte del osezno.
El procurador de Protección al Ambiente, Javier de Jesús Rodríguez Mendoza, señaló en un documento que tuvo conocimiento de la muerte del pequeño oso mediante la publicación en los diferentes medios de comunicación y redes sociales, así como de la denuncia popular ciudadana presentada ante este organismo estatal.
- "Crueldad en su esplendor"
“Nada tiene que ver la ignorancia en este tipo de actos, sino la crueldad en todo su esplendor. No se debe dejar impune a este tipo de gente sin escrúpulos, son un peligro no sólo para los animales, sino para toda la sociedad.
“Además, todo esto pasó estando presentes oficiales de Policía municipales, quienes no hicieron nada para detenerlos, para quienes se pedirá una sanción administrativa”, indicó.
Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que presentará una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República contra quienes resulten responsables por la muerte del pequeño oso negro, por delitos contra la biodiversidad. Los culpables podrían ser sentenciados a prisión o ser multados económicamente, indicó.
El 23 de agosto, internautas denunciaron que los pobladores torturaron, amarraron, y mataron al pequeño oso frente a los policías municipales, quienes vieron con gracia cómo los pobladores lo asfixiaron lentamente.
El oso negro está catalogado como una especie en peligro de extinción, según la Norma Oficial Mexicana 059.
El conocido activista Arturo Islas pidió al gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, que sancione a los policías que permitieron el abuso cometido contra el oso.
Además, pidió a la Profepa que actúe con prontitud ante el maltrato que padeció el oso por parte de “inadaptados”.
En las fotografías compartidas se ve al pequeño oso amarrado, al tiempo que ríen entre ellos.