Los cambios que implica la iniciativa de reforma eléctrica que envió el Ejecutivo mexicano al Congreso, así como las modificaciones que se han hecho a leyes y reglamentos del sector energético, preocupa por las afectaciones que hay a las inversiones estadounidenses y porque hay compromisos en el T-MEC en torno a dichos temas, de acuerdo con Estados Unidos.
A través de funcionarios y de diversos estudios, el gobierno estadounidense expuso su “seria preocupación” por los cambios que puedan realizarse a la industria eléctrica mexicana.
Por ejemplo, de acuerdo con el Informe de Estimación del Comercio Nacional de 2022 sobre las Barreras del Comercio Exterior, que emitió hace uno días el gobierno de Estados Unidos, se explicó que las empresas estadounidenses que operan en México en el sector energético “se quejaron de los esfuerzos de todo el gobierno para promover la energía de México la petrolera estatal Pemex y la eléctrica (CFE) a expensas de los inversionistas privados extranjeros”.
Ello a pesar de los compromisos que hizo el gobierno mexicano en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en su reporte sobre las barreras al comercio, afirmó: “El gobierno de los Estados Unidos está seriamente preocupado por estos desarrollos y la Oficina de Estados Unidos, el Representante Comercial, continúa analizando estas acciones y medidas para que sean consistentes con las obligaciones de México del T-MEC”.
Este domingo se espera la discusión y que se someta a votación en la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma eléctrica la cual pretende dar mayor participación a Comisión Federal de Electricidad en materia de generación.
Aseguraron que en marzo de 2021 se promulgó una regulación que “prioriza la generación de CFE en el orden de despacho de electricidad sobre opciones privadas más limpias y baratas, incluidas las de empresas estadounidenses de energía renovable que han hecho importantes inversiones en México”.