En un lapso de cuatro años, 33 mil mexicanos solicitaron la nacionalidad española bajo una nueva modalidad: ser descendientes de judíos sefardíes expulsados de la península Ibérica en virtud de un edicto promulgado en 1492 por los Reyes Católicos. Esos mexicanos contrataron a despachos especializados para que documentaran su linaje. El caso más antiguo corresponde a la familia Treviño, cuyo primer registro se remonta a 1415 y cuyos descendientes terminaron en Monterrey.
Madrid
Un especialista en genealogía sucesoria del despacho español Tolentino Abogados hurgó 22 generaciones atrás hasta documentar un registro de 1415, que lo coloca como el estudio genealógico más antiguo elaborado para certificar el linaje de un número no especificado de mexicanos de origen sefardí que solicitaron la nacionalidad española.
Esta investigación permitió conectar la línea de sucesión desde 1415, acreditada en la compra-venta de unas fincas en la provincia española de León realizada por judíos sefardíes cuyos descendientes terminaron en Monterrey, México. Es decir que el punto más antiguo de esta línea de enlace tuvo lugar 77 años antes de que, en 1492, los Reyes Católicos dictaran el Edicto de Granada que decretó la expulsión de los judíos de España y de que se descubriera América y 106 años antes de la Conquista de la Nueva España.
La directora ejecutiva del despacho, Neyvi Tolentino, y el especialista Pablo Sánchez, quien realizó el mencionado estudio, explican en entrevista que se trata de la familia Garza Treviño, pero por la rama Treviño.
El estudio genealógico es uno de los requisitos centrales exigidos por las autoridades españolas para otorgar la nacionalidad a los descendientes de judíos sefardíes y que es una de las varias posibilidades por las que muchos mexicanos se han asentado en España.
“Esta acreditación de 1415 fue incluso antes de que sus descendientes llegaran a México, y fue por un documento de compra-venta de unas fincas en la zona de León, en las que reflejaba su condición de judío, como era costumbre en aquella época. Esta línea de sucesión hasta la actualidad incluye seguimientos eclesiásticos y, a partir de 1870, en el registro civil, que es cuando se funda este servicio”, explica el experto.
Para dar una idea de lo que supone este trabajo casi detectivesco en el pasado, Tolentino explica: “El linaje documentado por muchos despachos para el tema sefardí ha llegado hasta 1800, quizá ocho o 10 generaciones atrás, pero en este caso hemos logrado hurgar y documentar el linaje, todo con validez jurídica, hasta 22 generaciones atrás”, es decir, en plena Edad Media española.
Pablo Sánchez explica que el estudio de esta familia es por la rama Treviño, un apellido topónimo de un lugar de España (en la zona de Burgos), muy documentado como apellido sefardí, y que se acredita en la compra-venta de una finca en León, porque en esa época era obligatorio en las transacciones decir la religión que se practicaba.