María Magdalena y la búsqueda de su hijo de casi 2 años

Relata el momento en el que un comando armado se llevó a su hijo en Zapopan; a la fecha no ha podido tener detalles de su paredero

María Magdalena no ha podido olvidar la luz roja con la que un criminal apuntó a su pecho el 29 de diciembre de 2022.

INSTANTES DE TERROR

Eran las 22:00 horas, varios disparos la despertaron y, cuando salió a ver de qué se trataba, un sicario le dijo que se regresara a su casa.

Esa noche se llevaron a su hijo José Luis Landeros Delgadillo, quien vivía en la planta baja de una finca que compartían en la Colonia Santa María del Pueblito, en Zapopan.

Un comando lo sometió, golpeó y se lo llevó por la fuerza delante de sus hijas de 11 y 9 años, quienes intentaron detener a los criminales.

"Estaban sus dos niñas, delante de las dos niñas lo golpearon y una de las niñas les decía que dejaran a su papá, que no lo golpearan, entonces les dijeron que se callaran, que no iba a pasar nada", narró María.

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Se trata del momento más traumático de su vida, por el que tuvo que salir de su casa y refugiarse con familiares durante 15 días. Con miedo, tuvo que volver a su domicilio. Pese al temor de que los criminales volvieran, lo hizo por sus nietas.

"Yo no quería regresar, pero mi nuera regresó rápido con sus niñas. Entonces yo dije, pues tengo que regresar porque ella tiene que trabajar y las niñas están solas, yo sentía que podrían regresar y llevárselas o podrían regresar y hacerles algo, a mí me ha angustiado muchísimo".

En esta situación, la Policía de Zapopan no jugó ningún papel. María recuerda que vecinos les dijeron que cuando ella salió a buscar un teléfono para llamar a su familia, una patrulla se presentó y, al no encontrar a nadie, se retiraron. Nadie recabó indicios.

  • Sin el amparo de ninguna autoridad, la madre desarrolló un miedo a los vehículos que pasan afuera de su casa, pues siente que en cualquier momento pueden atacarlas de nuevo.

"Cuando pasaban carros, yo sentía que desde los carros nos podrían balacear, siendo así como camioneta, nos daba pavor, lo mismo las motos", comentó.

A la fecha, las niñas enfrentan secuelas psicológicas por este crimen; la menor incluso ha tenido que ser internada en un hospital psiquiátrico y ha tenido intentos de suicidio.

Tras la denuncia, María iba cada 15 días a preguntar por avances, pero al primer MP que le asignaron le molestaba que fuera a buscarlo.

Su experiencia con la segunda MP fue distinta: realizó mesas de trabajo para obtener información para integrar a la carpeta.

Así fue como la Fiscalía se enteró que José Luis había sido privado de la libertad con un conocido, quien fue liberado horas después. A esa MP la cambiaron por un tercer agente y a la fecha ningún investigador ha entrevistado a quien podría tener información sobre lo que pasó con su hijo.

A más de un año y medio, María Magdalena ha encontrado algo de calma entre otras madres y familiares que pasaron lo mismo de ella. Está integrada en varios colectivos entre cuyos integrantes se siente escuchada y comprendida para continuar con la búsqueda de su hijo.