El fracaso de la reforma electoral fue uno de los golpes más fuertes que se ha llevado Andrés Manuel López Obrador en este sexenio. La promesa de cambiar el sistema de votos en México quedó subyugada por los juegos políticos. Una vez frustrada la propuesta del presidente de modificar la Constitución por falta de votos, el Congreso aprobó con mayoría simple el llamado plan B, un paquete de modificaciones a las leyes que buscaba reducir drásticamente el poder y el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE). Su sanción no estuvo exenta de polémica, y el asunto llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que acabó por tumbar el paquete legislativo por irregularidades en su aprobación. El tema ha vuelto a la agenda del mandatario, que se ha quejado este miércoles del dinero que obtiene el organismo y ha prometido enviar una nueva iniciativa de reforma Constitucional antes de que acabe su mandato en 2024. "Considero que es mucho, y que podría ahorrarse como 10.000 millones [de pesos]. Hay muchas carencias, muchas necesidades", ha dicho.
Después de que tumbaron el plan B en la Corte, el presidente llamó a la gente a aplicar el plan C, esto era conseguir un apoyo masivo en las urnas el próximo año, para así conseguir lo que faltó para sacar adelante una reforma constitucional: alcanzar a tener dos tercios de las dos Cámaras del Congreso. En esa línea va lo que ha dicho el mandatario este miércoles. Las elecciones en México serán el 2 de junio de 2024 y el presidente acabará su Gobierno el 1 de diciembre de ese año. Pero el nuevo Congreso, elegido junto al próximo presidente, se constituirá semanas antes de la partida de López Obrador y la llegada del nuevo Gobierno.
MUESTRA PLANILLAEl presidente ha mostrado este miércoles una planilla en la que comparaba cuánto presupuesto tenía el sistema electoral de México respecto a otros país de la región. En su tabla, el único que se encontraba por encima era Estados Unidos, con un monto de 10.700 millones de dólares. En segundo lugar estaba México, con uno de 1.180 millones. A estos dos le seguían cifras mucho más inferiores, en sitios como Brasil, Argentina o Colombia.