El gobierno cubano arremetió ayer contra la decisión del gobierno estadunidense de Joe Biden de no invitar a todos los gobiernos de la región a la Cumbre de las Américas de Los Ángeles, y expresó su “especial reconocimiento” al “liderazgo” del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en su reclamo contra Washington.
En una declaración oficial difundida horas después de confirmarse que la administración de Biden no invitó a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua a la cumbre regional –bajo el argumento de que no respetan la carta democrática interamericana--, la Cancillería cubana señaló que el gobierno de Biden llevó a cabo “intensas gestiones de alto nivel” para “contener la intención de muchos de ausentarse del evento si no se invitara a todos”.
“Estas incluyeron presiones inmorales, chantajes, amenazas y sucias maniobras de engaño. Son prácticas habituales del imperialismo que reflejan su desprecio tradicional hacia nuestros países. Merecen el más enérgico rechazo”, abundó el comunicado, el cual equiparó las declaraciones de rechazo, como las de López Obrador, a una “genuina y espontánea solidaridad”.
La Habana también sostuvo que “no existe una sola razón que justifique la antidemocrática y arbitraria exclusión de país alguno del hemisferio de esa cita continental”, pues “o se puede hablar de ‘Las Américas’ sin abarcar a todos los países que integran el hemisferio”.
Desde su cuenta de Twitter, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, vaticinó por su parte que el evento será un “fracaso neoliberal y monroista que aísla y desconecta a Estados Unidos de Nuestra América”. Recalcó que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se había adelantado a su exclusión y había anunciado que no participaría a la cumbre “si TODOS no recibían invitación en pie de igualdad”.