Cuando la humareda arreció, Vincent salió de su vivienda por una ventana que da hacia la calle República de Cuba, en el Centro Histórico.
Durante algunos segundos resistió parado en la marquesina y después saltó hacia otra ventana aledaña.
Sin embargo, el impulso fue insuficiente y se desplomó desde una altura aproximada de 15 metros.
El inquilino azotó sobre la banqueta, ante vecinos, comerciantes y socorristas del ERUM, quienes se acercaron para auxiliarlo.