Ciudad de México
Por orden directa del presidente Andrés Manuel López Obrador, un operativo de la Secretaría de la Marina desmanteló una red de corrupción dentro del regulador sanitario del país, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El golpe de los infantes de Marina dejó 32 funcionarios detenidos en la dependencia que fueron reemplazados por personal de la Unidad de Inteligencia Naval.
El movimiento anunciado este martes prolonga las concesiones del gobierno de López Obrador a los marinos, el cuerpo militar mejor valorado del país, que ya controlaban el servicio de aduanas, además de la vigilancia de siete aeropuertos, incluido el de la capital.
El operativo se remonta a septiembre del año pasado, cuando los militares tomaron las oficinas centrales de la Cofepris, en un céntrico barrio de la capital.
El director del organismo, Alejandro Svarch, explicó este martes durante la rueda de prensa matutina del presidente en Palacio Nacional que se trató de un movimiento de “inteligencia y precisión” para desmantelar “estructuras criminales”.
El funcionario detalló el funcionamiento de la trama, que operaba en tres niveles. Por un lado, la fórmula “el que paga manda”. Es decir, los trabajadores cesados de la Cofepris, titulares de unidades administrativas, dictaminadores y verificadores, orquestaron un sistema en que “el acceso a medicamentos estaba a la venta del mejor postor. O pagabas o tu solicitud estaba condenada al olvido. Se aseguraban ganancias multimillonarias por la falta de competencia en el mercado”, apuntó Svarch.
En la segunda trama de corrupción operaba una red de extorsionadores que se hacían pasar por servidores públicos para cobrar moches, dinero en negro, a empresas a cambio de protección. ”Drenaban a miles de empresas y empresarios bajo amenazas de suspender actividades si no pagaban moches”, añadió. Y en tercer lugar, las interacciones con grupos de interés dentro de la industria farmacéutica en el marco del comercio exterior. “Manejaban los hilos de la industria. Tenemos evidencia de reuniones a plena luz del día porque se sentían protegidos por el manto de la impunidad”.
La Cofepris ya llevaba tiempo bajo la lupa del gobierno en su intento de fortalecer la regulación y la transparencia. En agosto de 2020, en plena oleada de la pandemia de Covid, la dependencia, un órgano federal autónomo, fue reorganizada bajo el paraguas de la Secretaría de Salud. “Lo que buscamos es tener mejor regulación y sobre todo transparencia. Hay que limpiar de corrupción el país en muchos aspectos, pero también en la regulación sanitaria hay muchas preocupaciones al respecto”, anunció entonces el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
HAY NIVELES: ‘EL QUE PAGA MANDA’
- Además, con la intervención de la Marina, se creó el Centro de Inteligencia contra Riesgos Sanitarios.
- Los 32 funcionarios cesados eran titulares de Unidades Administrativas, dictaminadores y verificadores.
- En la conferencia, Svarch expuso los “tres sótanos de corrupción” que había en la dependencia.
- En el Primer Sótano se hallaron desvíos de solicitudes con la lógica de “el que paga manda”.
- Había extorsión a solicitantes y se creaban monopolios farmacéuticos artificiales.
- El Segundo Sótano era el de extorsión y vigilancia, en el que había una amplia red de extorsionadores disfrazados de servidores públicos.
- El Tercer Sótano era el de la impunidad. Existían grupos de interés que manejaban los hilos del comercio al exterior en la industria farmacéutica.