Sonora, México-Empresarios y políticos reclamaron que el cierre temporal del puente fronterizo Lukeville-Sonoyta, en el norte de Sonora, afectará al turismo que llega para las fiestas decembrinas a municipios como Puerto Peñasco, Caborca y Sonoyta.
En específico, los integrantes de la iniciativa privada de Puerto Peñasco ya exhibieron a las autoridades estatales su preocupación por este cierre temporal que ordenó el Gobierno de Estados Unidos para evitar el flujo ilegal de miles de migrantes hacia Arizona.
Roberto Gradillas Pineda, titular de la Secretaría de Turismo estatal, aseguró que ya se encuentran dialogando con este sector y con las autoridades federales de ambos países para lograr un acuerdo.
"Sonora es un destino que siempre recibimos a una gran cantidad de turistas en épocas decembrinas, estamos esperando que venga mucha gente. Se está trabajando en ello, la verdad es que el Gobernador con compromiso y firmeza ha estado en comunicación de manera permanente con autoridades federales, tanto de México, como CBP en Estados Unidos y con la Gobernadora Katie Hobbs de Arizona para darle una solución a la garita", expuso a medios locales.
"Estamos en comunicación con hoteleros, representantes, autoridades municipales, lo que queremos es resolver la situación, hay un gran compromiso. Hay una afectación por el cruce, pero vamos a buscar solventarla".
Este lunes, Enrique Valdez, Alcalde de Sonoyta, reveló que se encontraba reunido virtualmente con el Secretario de Gobierno estatal, Adolfo Salazar, y con directos del Instituto Nacional de Migración (INM) para hablar sobre este mismo tema.
"Se estudia el plan de acción que se tomará ante el tema de migración en nuestra región y toda la franja fronteriza", escribió en sus redes.
Este mismo lunes, el Gobernador sonorense, Alfonso Durazo (Morena), afirmó que ya estaban trabajando con al menos 60 agentes del INM para controlar el flujo migratorio en la región.
"Ninguna autoridad local puede actuar por sí sola en el ámbito migratorio, por eso es imprescindible presencia de más agentes para que con la coadyuvancia de agentes estatales, como la Policía, obviamente la Guardia Nacional, podamos actuar para ordenar el flujo migratorio", expresó a medios locales.
"Esta crisis se debe fundamentalmente a la suspensión del servicio de transporte para la repatriación de migrantes, que ya estamos reactivando hoy".
El mismo Durazo reclamó el 3 de diciembre la suspensión ordenada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
"He enviado a las autoridades migratorias de Estados Unidos, especialmente a CBP y a la Embajada americana en nuestro País, la solicitud para hacer todos los esfuerzos que sean necesarios y continuar cuanto antes con la extraordinaria relación comercial, turística y social que históricamente ha distinguido a Sonora y Arizona, ahora temporalmente suspendida", pronunció ayer en video.
"Nadie puede negar que el tema migratorio es de suma complejidad, pero la solución no está en el cierre de los cruces fronterizos. Desde el Gobierno del estado hemos hecho un esfuerzo extraordinario, sin precedente, tanto en recursos económicos, como humanos, para atender con un enfoque humanitario a las personas en situación de movilidad que transitan por nuestra entidad".
En los últimos meses, la zona cercana al cruce se ha convertido en una ruta migratoria muy utilizada, donde los contrabandistas dejan a personas procedentes de países tan diversos como Senegal, India y China.
La mayoría de ellos entran a pie en Estados Unidos a través de huecos en el muro y luego se dirigen hacia el paso fronterizo oficial para entregarse a los primeros agentes que ven con la esperanza de recibir asilo.
Aunque es pequeño, el paso fronterizo de Lukeville es el que se utiliza habitualmente para viajar desde Arizona a Puerto Peñasco. En promedio, unas 3 mil personas en vehículos y 184 peatones entraron diariamente a Estados Unidos por este punto durante octubre, según cifras oficiales.