"¿Por qué te disfrazas de mujer si eres hombre? ¿Ya te encontraste la próstata? Eres un degenerado. Ya hace falta que te cierren el hocico. Parásito. Pervertido. Vaya al psicólogo y arregle su cabeza, trastornado. Payaso de circo. Plaga repugnante en la política del país, por escoria como usted México es la burla del mundo. Nadie te ama. Narco y pedófilo. Horroroso. Eres un asco".
Estas son sólo algunos de los comentarios que Salma Luévano, la primera diputada trans de México, recibió en su cuenta de Twitter a principios de julio. En esa misma línea hay cientos. La mayoría fue en respuesta a una publicación en la que ella, junto a una foto suya, sólo había escrito: "En la vida hay muchas oportunidades y una de ellas es encontrarte a ti misma, ámate".
Luévano (55 años, Veracruz) es una mujer altísima y moderna, enfundada en un traje negro. Atiende a EL PAÍS en el vestíbulo de un edificio de la Cámara de Diputados; detrás de ella, los rostros de algunos de los grandes presidentes mexicanos. Se siente cómoda con las luces y la cámara, se acomoda el pelo, da instrucciones a su equipo para organizar la próxima reunión de la Comisión de Diversidad, la cual preside.
"En mis redes, a diario, sobre cualquier tema que suba, no solamente legislativo, se me amenaza de muerte, se me señala por mi identidad. Recibo un sinfín de calificativos horrendos que son odio y que no solamente se lo hacen a Salma, se lo hacen a nuestra población", apunta y afirma: "Estos discursos de odio son la antesala a los crímenes de odio y desgraciadamente han ido incrementándose". México es el segundo país de América, después de Brasil y muy por encima de Estados Unidos, con más crímenes contra personas trans: 649 entre 2008 y 2022, según ha documentado el Observatorio de Personas Trans Asesinadas. Solo el último año, esta plataforma registró 56 asesinatos.
HACEN HISTORIALuévano entró como diputada al Congreso de México en septiembre de 2021, por el partido que actualmente gobierna el país, Morena. Junto a su compañera María Clemente fueron las dos primeras personas transexuales que llegaban hasta ese nivel de representación. Un parteaguas en una región donde la expectativa de vida de las mujeres trans apenas supera los 35 años, frente a los 77 de la población total. "Hemos marcado la historia y es un gran precedente, no solo en México, sino a nivel internacional. Y, la verdad, también es un gran compromiso", reconoce la diputada. El camino para llegar hasta aquí ha sido, sigue siendo, una prueba de resistencia.