Cuba y EEUU realizan nueva ronda migratoria en la isla

Funcionarios de Cuba y Estados Unidos se reunieron en La Habana para debatir cuestiones migratorias, un tema de especial interés debido al éxodo récord de isleños hacia la nación norteamericana

LA HABANA — Funcionarios de Cuba y Estados Unidos se reunieron en La Habana para debatir cuestiones migratorias, un tema de especial interés debido al éxodo récord de isleños hacia la nación norteamericana. 

Estados Unidos reconoció la necesidad de mantener un diálogo constructivo con la isla y, al final de la jornada, las autoridades cubanas recalcaron que la migración está relacionada con las sanciones de Washington y su impacto económico. No hubo pronunciamiento estadounidense al concluir los encuentros.

La delegación visitante estuvo encabezada por la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Emily Mandrala, mientras que por la parte cubana fue el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío, informó una nota de prensa del Departamento de Estado norteamericano.

Tampoco se ofrecieron detalles sobre las conversaciones mantenidas, pero según el vicecanciller cubano se abordó el tema de las operaciones de contrabando de personas con lanchas que llegan ilegalmente a Cuba.

Además, apuntó el funcionario, se evaluaron los vuelos de repatriación de personas inadmisibles en Estados Unidos o los avances en el servicio consular de Washington en la isla. Los cubanos reconocieron que las autoridades estadounidenses habían cumplido con la entrega de 20.000 visas de migrantes el año pasado como lo establecen los convenios.

Por la parte de Estados Unidos, el comunicado del Departamento de Estado veía en el encuentro "una oportunidad para discusiones sobre la implementación mutua de acuerdos migratorios" bilaterales. El texto subrayaba el "compromiso de mantener conversaciones constructivas con el gobierno de Cuba cuando sea apropiado para promover los intereses de los Estados Unidos".

El vicecanciller cubano concluyó que la reunión había sido "útil" para evitar una migración "irregular, insegura y desordenada".

Fernández de Cossio explicó también que trasladó a sus contrapartes su preocupación por lo que la isla considera que fomenta las salidas ilegales. "No hay duda de que una política dirigida a deprimir el nivel de vida de la población constituye un estímulo directo a la migración", señaló el funcionario.

Esta es la segunda vez este año -tal como lo establecen acuerdos bilaterales- en que se desarrollan rondas migratorias, que estuvieron paralizadas en años anteriores.

Según cifras oficiales de las autoridades estadounidenses en el año fiscal 2021-2022 -que comenzó en octubre del año pasado y finalizó el último septiembre- sus oficiales tuvieron contacto con más de 220.000 cubanos. En tanto, la Guardia Costera de Estados Unidos indicó que en ese mismo período interceptó a 6.182 migrantes avanzando por el mar.

Ambas cifras son récord, incluso por encima de la cantidad de personas que dejaron la isla durante la llamada Crisis de Mariel, en 1980, en la cual se registraron unas 125.000 salidas. Los cubanos sustituyeron en octubre a los venezolanos como la segunda nacionalidad más numerosa de migrantes después de los mexicanos.

Cuba atraviesa una fuerte crisis económica con desabastecimiento de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad, al tiempo que se producen fuertes apagones.

La situación es una mezcla de las consecuencias de la pandemia de COVID-19 -en especial la baja de los ingresos derivados del turismo- y el ajuste de las sanciones de Estados Unidos que presionan por un cambio en el modelo político de la isla.

La semana pasada funcionarios estadounidenses habían viajado a la isla para coordinar una reapertura del servicio consular de su embajada en La Habana -que debería retomarse en el 4 de enero-, paralizado desde 2017 luego de que Washington retirara a más de la mitad de su personal alegando extraños incidentes de salud de sus diplomáticos.

Los sucesos no pudieron ser confirmados científicamente, pero el expresidente Donald Trump endureció las sanciones y entre otras docenas de medidas castigó a las empresas de terceros países que operaban con Cuba, prohibió los cruceros y los viajes y persiguió a los buques que traían petróleo a la isla. La administración del demócrata Joe Biden ha hecho pocos cambios en este aspecto.

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Andrea Rodríguez está en Twitter como @ARodriguezAP